Mauricio Macri sufrió otro revés en la causa de Vicentín

El expresidente de la nación, Mauricio Macri, sufrió un nuevo revés en el caso de la empresa Vicentín, esta vez proveniente de la Cámara Federal de Casación, que respaldó a la jueza Ana María Figueroa ante los intentos de defensa del exmandatario de sacarla de la causa.

Casación, a través de los jueces Daniel Pertrone y Diego Barroetaveña, calificó de “inadmisible” la apelación del exjefe de Estado de retirar a la jueza, de 72 años, de la causa en la que es denunciado junto al expresidente del Banco Central, Guido Sandleris.

La causa es impulsada por la Unidad de Información Financiera (UIF), que impulsó la investigación para que concluya si el expresidente, Sandleris, el extitular del Banco Nación, Javier González Fraga y los dueños de la compañía Vicentín incurrieron en maniobras de lavado de activos y si cerraron acuerdos para obtener créditos incobrables y vaciaron la empresa.

Por qué quería Macri apartar a la jueza Figueroa de la causa Vicentín

Macri recusó a la jueza por “temor de parcialidad”, porque es una de las profesionales que en su momento denunció que un enviado de su Gobierno la había ido a ver a los tribunales de Comodoro Py por la causa del memorando con Irán.

Al pedir el apartamiento de la jueza, la defensa del exmandatario manifestó que “las expresiones y los términos empleados por la Magistrada, en su declaración testimonial, al referirse a la gestión del Presidente Macri y el contexto que dice haber padecido, en el que se coloca como víctima de persecución, no hacen menos que dejar al desnudo la afectación en su ánimo y en su espíritu a partir de lo que asegura haber vivenciado”.

A finales del pasado mes de mayo, Casación ya había rechazado la recusación y hoy desestimó el recurso extraordinario que le niega al expresidente ir a la Corte. A su vez, en junio del año pasado, Figueroa había declarado que fue “la primera víctima del lawfare”.

"Las referidas e infundadas denuncias ante el Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación y las publicaciones mediáticas constituyeron mecanismos de presión con una clara pretensión de disciplinamiento, que utilizaban contra juezas y jueces, que como en mi caso, no aceptábamos injerencia alguna en nuestro trabajo jurisdiccional ", manifestó la Magistrada.