En medio de la polémica por el Mercosur, se reunirán Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou
Los presidentes compartirán un asado como almuerzo tradicional de ambos lados del Río de La Plata.
Este viernes, 13 de agosto, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, y su homólogo uruguayo, Luis Lacalle Pou, almorzarán en la Quinta de Olivos para abordar, entre otros puntos, el intento de afianzar las relaciones bilaterales que quedaron agrietadas tras la última cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).
En compañía de los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Felipe Solá, y de Uruguay, Francisco Bustillo, el jefe del Ejecutivo y Lacalle Pou debatirán sobre la decisión del presidente uruguayo que, con el respaldo del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, pretende romper las alianzas del Mercosur y flexibilizar la negociación de importaciones y exportaciones, por fuera del bloque comercial.
Mientras que, por otro lado, Brasil se suma a no cumplir con los lineamientos del Mercosur al pretender reducir por su propia cuenta el Arancel Externo Común (AEC) para el comercio externo. Elecciones que perjudicarían a los demás países del acuerdo, recordó Fernández en la última cumbre, tras cederle la presidencia protémpore del bloque, por los próximos seis meses, a Bolsonaro.
Un golpe al proceso de integración regional
Un día antes de que Argentina cediera el mandato del Mercosur a Brasil, como marcan las reglas del acuerdo de los países sudamericanos miembros, exactamente el 8 de julio, Uruguay anunció que iba a negociar por fuera del mercado común.
La tensa relación entre los países se evidenció en el discurso de Alberto Fernández, cuando no solo utilizó palabras sobre respetar el bloque que cumplió 30 años y tomar decisiones bajo consenso, sino lograr un acuerdo regional que funcione tal como lo hacen los de la Unión Europea.
Con relación en los quiebres en el Mercosur, aunque sin miras a intentar reconstruir la relación con Argentina, Brasil propone que se bajen los aranceles de todos los productos con una rebaja drástica, en tanto que la Nación continúa con la premisa de proteger a algunos sectores industriales como automotrices, metalurgia y textiles para que las importaciones no los afecten.
