Mauricio Macri regresó al país listo para apoyar a Juntos por el Cambio en las elecciones
El político ya inició la polémica y opinó sobre el conflicto entre Florencia Peña y Fernando Iglesias.
El expresidente Mauricio Macri arribó a la Argentina este mediodía en un vuelo de Iberia que inició su traslado desde Madrid, España, luego de estar fuera del país por más de un mes y extender sus vacaciones por las restricciones de ingresos al país desde el extranjero.
Junto a su esposa, Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, el líder de Juntos por el Cambio y su familia llegaron después de salir del país el pasado 27 de junio.
En consecuencia, en su arribo no solo lo esperan los análisis de PCR para confirmar su negativo de coronavirus así como su correspondiente aislamiento obligatorio, sino que se estima su correspondiente presentación y declaración ante la denuncia iniciada por Bolivia, y reconfirmada por el Gobierno nacional, sobre el envío de armar al país plurinacional en noviembre de 2019, en el marco del golpe de Estado que derrocó al expresidente Evo Morales.
El político no esperó a llegar que ya se metió en zona de conflicto
Mauricio Macri decidió ingresar de lleno a la contienda electoral y apoyar a sus referentes para las elecciones del 12 de septiembre y opinó sobre la polémica por el ataque misógino de los diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff contra la actriz Florencia Peña, tras su visita a la Quinta presidencial de Olivos durante confinamiento estricto por la pandemia de coronavirus.
A través de sus redes sociales, Macri respaldó los comentarios desafortunados y agresiones contra Peña a través de la publicación de una nota firmada por el exsubsecretario de Comunicación Estratégica de Jefatura de Gabinete, Hernán Iglesias Illa, macrista hasta la médula, que no solo defendió la anterior gestión, sino que escribió el libro firmado por el exmandatario, “Primer tiempo”.
En el artículo titulado “El blanco ideal”, se señala a Iglesias como una “víctima” de los “15 diputadas oficialistas” que pidieron su expulsión “por haber dicho cosas que no había dicho, subidas a un tren de inexactitudes y exageraciones” avaladas “por la mayoría de los medios, incluidos los opositores”, según resalta la nota publicada en la Revista Seúl.
