ECONOMÍA

INDEC: una familia precisa casi 90 mil pesos mensuales para no ser pobre

Estos datos fueron revelados durante el día de ayer a través de un informe.
viernes, 22 de abril de 2022 · 11:12

La canasta básica alimentaria se determina al tener en cuenta los requerimientos nutritivos imprescindibles de una persona adulta promedio; para la canasta básica total se tienen en cuenta los servicios y bienes no alimentarios. Esta se actualiza mes tras mes gracias al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

¿Qué tuvo para decir la entidad? Ayer, el INDEC indicó que la canasta básica total -indicador de la línea de pobreza- subió un 7%. Esto provocó que el capital necesario para que una familia cubriera sus necesidades llegara a rozar los 90.000 pesos. Estos datos corresponden al Gran Buenos Aires.

Modelos de familia y los respectivos montos.

Es decir, INDEC aseguró que una familia “tradicional” de dos personas adultas y dos menores precisó durante el mes de marzo 89.690 pesos para no ser considerada pobre según lo establecido por el Gobierno y sus proyecciones. Aquí no se incluyen precios de alquiler ni servicios.

 

Incrementos

La canasta básica alimentaria, por su parte, vio incrementados sus puntos porcentuales en un 6,5%, lo que corresponde a 39.862 pesos. Una persona adulta precisa casi 13.000 pesos para poder alimentarse. Esto se ve acompañado por un incremento del 55,1% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

CBA y CBT, resultados mensuales por persona adulta.

Lo que más aumentó fueron bebidas y alimentos con un 7,2%, con apenas una diferencia del 0,3% en la suba de febrero. En total, el primer trimestre reflejó un aumento del 21%, y la categoría que más aumentó en dicho periodo fueron panes y cereales, incremento acelerado a nivel global a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Valorización mensual de la CBA y la CBT.

 

Declaraciones

El instituto de medición declaró que “las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron de 55,2% y 47,3%, respectivamente”. La CBA se determina “tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades”.

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