ENTREVISTA MINUTO NEUQUÉN
Malvinas: Ariel Tascón, el excombatiente que recuerda su paso por las islas y una amistad impensada
El veterano nos contó en entrevista exclusiva algunos de los momentos más representativos de su paso por la guerra.El 2 de abril del año 1982 Argentina se disputó con el Reino Unido la soberanía de las islas Malvinas, el archipiélago de 11.718 km2 de superficie, situado a unos 600 km de la costa argentina.
Aunque la disputa sobre el territorio data de más de 500 años, el 2 de abril de 1982 la junta militar que gobernaba, comandada por Leopoldo Fortunato Galtieri, ordenó la invasión a las islas, en medio de una grave crisis interna.
Según el Ministerio de Defensa, en Malvinas desembarcaron más de 23 mil soldados argentinos, la gran mayoría de ellos con apenas 18 años, entre ellos, Ariel Tascón, un ciudadano proveniente de Mar del Plata.
Ariel Tascón, con apenas la mayoría de edad, era conscripto al servicio militar obligatorio y por sorteo fue convocado al Ejército: el 8 de marzo de 1982 comenzó su primera instrucción militar.
Aunque en ese momento el argentino comenzó su preparación para el servicio militar en Mar del Plata, estaba lejos de imaginarse que luego sería parte de uno de los conflictos más históricos y que une en una causa común a todo el pueblo argentino.
Justo antes de iniciar la guerra, Ariel Tascón había aprobado el examen de admisión para ingresar a la facultad de Arquitectura; sin embargo, luego los planes cambiaron, pues el 2 de abril le informaron que sería trasladado a Malvinas.
Ariel Tascón llega a la guerra sin preparación
Con menos de un mes de haber iniciado el servicio militar, Ariel se convierte en uno de los más de 200 soldados de su comando que formarían parte de las tropas que se instalarían en Malvinas.
Con el mínimo de dotación y con escasas instrucciones para el manejo del armamento, empezó a hacer prácticas de tiro con el resto de sus compañeros en el polígono federal de Mar del Plata.
Pese a la poca preparación que tenía, creía -como muchos otros soldados argentinos- que el conflicto se resolvería por una vía diplomática y, con el valor que brinda la juventud, veía ese momento como una aventura.
Aunque sabía que las cosas podían salir mal, asumía con honor la responsabilidad que le habían encomendado para servirle al país.
A tan solo unos días de la convocatoria, antes de partir logra despedirse de su familia y luego es trasladado al aeropuerto junto con el resto de soldados argentinos para iniciar el viaje.
Los soldados no contaban con buen armamento, confiesa Ariel en exclusiva para Minuto Argentina y Minuto Neuquén, pero sí tenían una adecuada artillería antiaérea, lo que fue uno de los principales obstáculos para los ingleses.
Convencidos de que la movilización de tropas solo serviría para ejercer presión sobre el Reino Unido, llegan a las islas y pasan las primeras semanas con mucha incertidumbre sobre lo que podría pasar.
No fue entonces hasta el 1ª de mayo, cuando realmente se inició el conflicto con un bombardeo británico, que los soldados tuvieron que tomar las armas para defenderse de la guerra.
“Yo lo único en lo que pensé fue en salvar mi vida”, asegura Ariel, quien tras verse en medio del hostigamiento buscó refugio en un pozo, donde esperó en posición fetal a que el ataque terminara.
El pie de trinchera que puso en riesgo la vida de Ariel Tascón
Con el pasar de los días del conflicto y debido a la mala dotación que tenía, entre ellas, las botas y la indumentaria que eran usadas, presentó un complejo problema de salud.
Como las botas estaban rotas, los pies del soldado argentino estuvieron más en contacto con la intemperie. Ello, sumado a las bajas temperaturas y a la humedad, le provocó un trastorno vascular agudo.
Esta patología en la guerra se conoce como pie de trinchera y hace que los miembros inferiores se inflamen, duelan y se genere una infección.
La combinación de frío y humedad ablanda la piel y provoca heridas. Incluso corta la circulación sanguínea, lo que produce daños en el tejido, es decir, una gangrena superficial que si no se trata puede avanzar.
Si bien Ariel presentó esta enfermedad en ambos pies, su miembro izquierdo fue el más afectado, lo que, con el pasar de los días y debido a la falta de asistencia médica, lo obligaba a arrastrarse para poder trasladarse.
Durante los 76 días que estuvo en la guerra sufrió de pie de trinchera y cada día era peor, por lo que pensó en retirarse, pero precisamente cuando tomó esa decisión, el 14 de junio, el conflicto terminó.
El Canberra: el lugar en el que Ariel Tascón conoció de cerca a los ingleses
El 14 de junio las fuerzas militares británicas se apoderaron del puerto que los argentinos habían instalado en Malvinas; como consecuencia, Argentina se rindió y ordenó el retiro de sus tropas y el cese al fuego.
Sin embargo, los soldados argentinos fueron llevados como prisioneros al Canberra, un transatlántico que sirvió como buque de transporte de tropas durante la guerra.
Allí fue llevado Ariel, quien debido al avance de su enfermedad no podía caminar, por lo que tuvo que ser trasladado al puerto en un Jeep con otros heridos tras sostener una discusión con sus superiores, que lo querían obligar a caminar.
Como estaba herido tuvo prioridad en el ingreso y, una vez en el interior, en el barco le brindaron asistencia médica. También lo alojaron en el hospital que habían instalado de manera provisoria en el Canberra.
Aunque fueron pocos días los que estuvo a bordo, el trato que recibió de los ingleses fue muy especial y cordial, ya que le brindaron toda la atención necesaria mientras eran trasladados al continente.
De esos momentos que pasó en la embarcación, Ariel recordó, en entrevista para Minuto Argentina y Minuto Neuquén, que los ingleses decomisaban la comida que los soldados habían llevado desde la ciudad para luego repartirla entre todos.
Toda la comida acopiada la juntaron, la fraccionaron y le entregaban a cada uno de los heridos un poquitito de lo que había para compartir el alimento.
Sin embargo, quizás el momento más anecdótico que vivió en el barco y que hoy recuerda con mucho sentimiento, fue la firma de un menú por parte de varios soldados, tanto ingleses como argentinos.
El menú, que luego gracias a un ciudadano argentino se hizo famoso a través de las redes sociales, les permitió a Ariel y a otros excombatientes reencontrarse después de más de 30 años.
Ese menú aún es conservado por el exsoldado argentino como uno de sus más preciados tesoros, lo que al tiempo le permite rememorar un momento que se quedó grabado para siempre en su memoria.
Esto, ya que una vez que les informaron que iban a desembarcar en Puerto Madryn, los mismos soldados propusieron firmar unas postales entre todos para dejar registro de su historia.
Uno de los que firmó la postal del veterano fue el inglés Brian Short, quien, a pesar de sus diferencias con los soldados argentinos sobre el conflicto, quería despedirse antes de que todos desembarcaran.
El intercambio de firmas reafirmó que más que soldados eran seres humanos, como dice el mismo Tascón conmovido:
Ya había terminado el conflicto. Éramos dos seres humanos que habíamos terminado la guerra y que nos despedíamos.
El momento que Ariel Tascón no borra de la guerra de Malvinas
Pese a que el conflicto duró relativamente poco, el argentino no se salvó de vivir lo hostil de la guerra y recuerda, muy impactado, cómo el 3 de junio, después de una guardia, su comando fue atacado por un misil.
A tan solo segundos de haber llegado a su carpa después de entregarle la guardia a otro soldado, empezó el ataque.
Abro el paño de la carpa para ingresar, me saco el fusil del hombro, me saco el casco y cuando me saco el casco escucho el sonido de un avión, y en realidad no era un avión, era un misil.
El misil había sido lanzado por un bombardero británico que trataba de destruir el principal radar de la fuerza aérea argentina, aunque no logró captarlo, sí percibió la onda de un radar más débil, el que custodiaba Ariel.
Al captar ese radar, el bombardero envió el misil, lo que impactó a los soldados argentinos. El ataque dejó una baja de cuatro personas, el quinto, el soldado que reemplazó a Tascón, se salvó de milagro al caer a un pozo.
Ariel Tascón regresa a Malvinas después de 36 años
Una vez terminó la guerra, Tascón recibió el tratamiento médico que necesitaba para tratar su enfermedad, con lo que logró salvar sus pies, en especial, el izquierdo, que estaba más deteriorado.
Durante dos meses estuvo internado y en medio de la recuperación vivió el momento más esperado: el reencuentro con su familia que, como él mismo dice, ni para qué hablar de cómo fue.
Luego de recibir el alta médica, logra reintegrarse a la sociedad y retomar su vida, además inicia sus estudios de arquitectura, como tenía previsto realizar desde antes de la guerra.
Finalmente, tras seguir con su día a día, con gran apoyo de su familia, quienes fueron parte fundamental de su recuperación ya que quedan importantes secuelas psicológicas, en el año 2018 vuelve a Malvinas.
Esto, gracias a un viaje sorpresa que le regalaron su esposa y sus dos hijos, quienes lo acompañaron a rememorar este evento histórico, desde el mismo lugar que lo marcó para siempre.
Allí visitó el cementerio de Darwin, donde más de un centenar de soldados fueron sepultados; además, logró recorrer el lugar exacto donde tuvo posiciones de combate, entre ellos, donde fue víctima del misil.
Ahora, tras 41 años del inicio de la guerra de Malvinas, Ariel concluye de toda esta experiencia, que dejó una huella indeleble en su historia, que hay que valorar la vida y disfrutarla, porque solo hay una.
Entrevista y reportaje: Claudia Rodríguez