ECONOMÍA
BCBA: “La suba de precios no es la causa de la inflación, sino su consecuencia”
La bolsa porteña se refirió a la falta de una política monetaria y fiscal consistente.
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) emitió un comunicado público al través del cual se pronunciaba acerca de la situación en Argentina respecto a la inflación.
Las palabras de la bolsa comercial fueron directas y contundentes y rechazaron la premisa de que la causa de la inflación sea la suba de precios. ¿Qué fue lo que dijo exactamente la BCBA? Que la suba de precios, a la que describió como raíz del problema, “no es la causa de la inflación, sino su consecuencia”.
Comunicado
El comunicado continúa al asegurar que esta situación, que no es la primera vez que ocurre en Argentina, recuerda la entidad, “genera mucha preocupación, pues la consecuencia es una mayor pobreza y una menor tasa de crecimiento económico”. Entonces, ¿cuál es la causa de la inflación según la BCBA?
La causa de la inflación es el deterioro de la moneda argentina, constante y progresivo, acumulado durante las últimas dos décadas.
“Falta de una política monetaria”
Acusó que la inflación devenía entonces en un problema de condiciones crónicas, que se derivan de “la falta de una política monetaria y fiscal consistente que pueda sostenerse en el tiempo”. Aseguró que, si bien el contexto internacional explica la suba de precios, “esto no sirve de argumento para justificar una suba constante y persistente de todos los precios”.
¿Por qué? Porque si los precios a nivel mundial dejaran de aumentar para equilibrarse en un aumento y frenar ahí, “habría un incremento en el nivel de los precios de una vez y para siempre, pero, luego de un tiempo, la tasa de aumento debería bajar a cero”. Y la tasa de aumento significa que no hay inflación.
¿Y la solución?
La bolsa comercial aseguró que tener esto en cuenta implica aceptar que “los acuerdos o controles de precios nunca podrían ser la solución al problema”, sino un recurso rudimentario, que tiene el único fin de “ganar tiempo” para poder llegar a medidas concretas.
La presunta inocuidad de los controles de precios se vuelve dañina cuando las medidas concretas nunca llegan.
