Hacinamiento y sobrepoblación carcelaria: los inconvenientes de encarcelar a los rugbiers

El lunes 6 de febrero, luego de más de tres años del asesinato premeditado de Fernando Báez Sosa perpetrado, el pasado 18 de enero de 2020 por ocho rugbiers a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, se dictó el veredicto de los jueces y las condenas a los mencionados acusados. Cinco de ellos recibieron la pena máxima, cadena perpetua (35 años de cárcel), mientras que los tres restantes tendrán que estar 15 años en prisión por ser considerados partícipes secundarios.

Los rugbiers en cuestión, siguen en el mismo pabellón de la Alcaldía N°3 de Melchor Romero, desde donde se encuentran luego de ser detenidos por el crimen contra Báez Sosa. Sin embargo, en el día de hoy, su situación cambiará, ya que se definirá hacia qué cárceles serán enviados para comenzar a cumplir su condena. Tal y como suele ser recurrente en los casos donde un victimario recibe una pena alta, los jóvenes se encuentran asistidos por psicólogos.

Debido a la repercusión en los medios de comunicación que tuvo el caso, particularmente por la premeditación, coordinación en el acto, clasismo y saña de los asesinos de Fernando, que se conoce fue hostigado dentro del boliche, golpeado por sorpresa, apartado de quienes querían ayudarlo, con la zona liberada de policías y posteriormente asesinado a patadas, los demás reclusos claman por tener cerca a los rugbiers para convertirlos en “sus mujeres” al violarlos sistemáticamente.

Hasta el momento, por causa del apartamiento con el que fueron beneficiados los asesinos y los pactos entre ellos mismos, en primera instancia en el silencio y ocultamiento de pruebas tras asesinar a Fernando y hasta el final del juicio, queriendo convencer al jurado de que la muerte de Báez Sosa sucedió en una riña, estos jóvenes no sufrieron ataque alguno. Sin embargo, de ahora en más, serán separados. La primera problemática que enfrenta la fiscalía al momento de decidir el destino de los asesinos será la sobrepoblación y hacinamiento en las prisiones.

Acontecimientos durante y después de la sentencia

El día en el que se dictó la sentencia a la que llegó el grupo de tres magistrados en el caso de asesinato de Fernando, una serie de sucesos tomó relevancia mediática. En medio del anunció de los jueces, uno de los rugbiers, Máximo Thomsen, se desmayó justo cuando fue dictada su pena de cadena perpetua. En ese momento, su madre, Rosalía Zárate, acusó a los medios presentes de haberlo torturado durante tres años y exigió que fueran echados del recinto, cosa que ocurrió.

Por otra parte, luego de retirarse del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, los abogados de Silvino Báez y Graciela Sosa, padres de la víctima, dijeron que apelarán la decisión de que tres de los asesinos reciban 15 años de prisión, exigiendo perpetua para todos ellos. Tanto Graciela como Silvino dijeron sentirse un poco más aliviados con la resolución del caso y fueron apoyados masivamente en las redes.