POLÍTICA
Un expiloto de carreras sufrió un accidente a bordo de su avioneta
Ocurrió cerca de Lobería, pero la buena fortuna es que el piloto está fuera de peligro.
Las heridas no están cerradas por los pilotos de carreras que han sufrido accidentes en nuestro país en el último tiempo y, lamentablemente, un hecho se dio en las últimas horas donde a muchos fanáticos de los fierros le rememoró a lo ocurrido con Juan Marcos Angelini hace algunos años.
Esta vez el protagonista fue Francisco Altuna, otrora corredor que actualmente tiene 73 años y que se encontraba en su avioneta personal, la cual utilizaba cerca del campo familiar en Lobería. Ha corrido en Turismo Carretera, pero los que siguen el automovilismo actual lo conocerán por ser el padre de Mariano Altuna, otro reconocido piloto de carreras de diversas categorías a nivel nacional.
Lo que las fuentes locales afirmaron es que la aeronave cayó a unos 2.000 metros del Autódromo La Virgen del Camino y todavía están investigando los motivos del accidente. En adición de ello, afirmaron que la parte trasera quedó inutilizable y rápidamente acudieron las autoridades al lugar para cortar el tránsito y asegurarse de que Altuna esté en buen estado de salud.
La buena noticia es que el ex deportista de automovilismo está fuera de peligro y solamente hay que lamentar algunos golpes fuertes que fueron tratados por los médicos. El ingreso de quien conducía fue registrado en el hospital Municipal, donde fue tratado para evitar cualquier riesgo.
Las primeras hipótesis surgieron a partir del relato de los testigos, quienes afirmaron que vieron humo detrás del vehículo aéreo. Esto demostraría que sufrió una avería que lo hizo perder el control y que no pueda mantener la altitud, por lo que el piloto de carreras se terminó estrellando a un lado de la ruta.
La avioneta que se cayó sobre autos
Casualmente, esta semana un video se viralizó en redes donde se ve cómo una avioneta pierde el control en el cielo estadounidense y termina estrellándose en una autopista repleta. Esto ocurrió en Texas y la aeronave terminó partiéndose en dos, además de dejar una decena de coches destruidos por el impacto.
Afortunadamente, tampoco hubo que lamentar víctimas fatales y todos los derivados al hospital, incluido el piloto del avión, no corrieron peligro. Esto fue gracias al increíble control de quien maniobraba, quien buscó que el riesgo sea el menor posible antes del choque, pese a que uno de los vehículos volcó.
