Alberto Fernández: su teléfono también aportaría datos por la causa de corrupción de los seguros

La denuncia por violencia de género que realizó Fabiola Yáñez no es la única causa que complica a Alberto Fernández. Su teléfono celular fue secuestrado durante el allanamiento. Además de verificar elementos y conversaciones para estas acciones, el fiscal Carlos Rívolo presentó este viernes un escrito al juez Julián Ercolini.

Las intenciones son claras, no solamente quieren saber lo que pasó entre él y su expareja, sino también por los negocios de corrupción con los seguros que señalan al expresidente como uno de los implicados. Esta es una mancha más en medio de todo el escándalo mediático.

Tengamos en cuenta que en el marco de la investigación por los seguros, jamás se había planteado secuestrar el teléfono de Alberto Fernández, a pesar de que otros sospechosos como el broker Héctor Martínez Sosa y su esposa, María Cantero, sí fueron allanados.

Justamente, el teléfono de Cantero, la secretaria del exmandatario, fue el que proporcionó los diálogos y fotos en los que Fabiola Yañez contaba que había sido violentada por su entonces marido. Después de eso, el Juez Julián Ercolini separó ese material en un legajo aparte y se contactó con la exprimera dama para invitarla a denunciar.

Ese tipo de denuncias requieren que sí o sí sea la propia víctima quien lo haga. Fabiola pensaba hacerlo el 5 de agosto, pero después de que se filtró en los medios que existió violencia de género, comenzó a sentir la presión y se volvió a comunicar con el juzgado de Ercolini. “No aguanto más, quiero hacer la denuncia”, dijo.

Fue entonces que denunció a Alberto Fernández, a través de Zoom, y dijo en sus declaraciones que duraron 40 minutos que sufría “terrorismo psicológico” y “acoso telefónico” de parte de él para que no lo acusara. Desde entonces, el juez dictó una serie de medidas cautelares donde le prohibía al expresidente: "Todo tipo de contacto físico, telefónico -por línea fija y/o celular-, por correo electrónico, sistema de mensajería de texto y/o voz a través de cualquier plataforma, por vía de terceras personas y/o por cualquier otro medio que signifique intromisión injustificada con relación a la persona nombrada”.