En un tiroteo, la policía abatió a un joven de 17 años que había intentado robarle a un matrimonio

Caseros está en la mira de los delincuentes y hace algunos días pudimos ver cómo una trabajadora de un pet shop espantó a dos delincuentes arrojándoles el agua caliente del termo. Sin embargo, la inseguridad aumenta constantemente y el Conurbano es una de las zonas más peligrosas del país.

Este martes, los vecinos de la zona amanecieron con la noticia de que hubo un tiroteo entre la policía y un grupo de ladrones que intentaron robarle sus pertenencias a una pareja que salía de su casa en Guaminí y Pringles, dentro del barrio de Caseros. Casualmente, un policía advirtió esta situación de inseguridad y, tras dar la voz de alto, los testigos cuentan que disparó provocando la muerte de un joven de 17 años.

El resto de la banda delictiva se escapó en un Renault Kwid, que previamente había sido robado en otra zona, según relataron los oficiales. Cuando arribó el SAME al lugar, constataron que el ladrón baleado había perdido la vida y lo dejaron en el mismo lugar a la espera de la policía científica.

La tensión no terminó allí, ya que posteriormente llegaron algunos familiares y amigos a la esquina e intentaron romper el cordón policial que los oficiales habían creado para preservar la escena del hecho. Incluso, dos mujeres, de las cuales una sería la madre del fallecido, se acercaron a pocos metros del cuerpo, pero antes de llegar fueron interceptados por las autoridades.

Lo que pedían es que remuevan el cuerpo del asfalto y lo coloquen sobre la vereda o encima de la ambulancia que estaba a su lado. A su vez, también se molestaron por la presencia de las cámaras televisivas y se fueron encima de uno de los operativos técnicos de las señales que transmitían desde el lugar.

Los detalles, relatados por la víctima

Rubén es una de las personas asaltadas y charló con los periodistas del canal América TV, detallando todo lo que ocurrió. Él es mecánico y, en ese momento, estaba probando el vehículo de uno de sus clientes esperando que su pareja salga para ir al taller mecánico.

"Enfrente estaba el patrullero de consigna y cuando el policía vio la escena les dijo 'alto, quedate quieto'", sostuvo la víctima del hecho de inseguridad, evidenciando que el efectivo cumplió con el protocolo antes de efectuar el disparo.