JUSTICIA
Detuvieron a un miembro de Prefectura acusado de encubrir a un narcotraficante
El prefecto cumplía con sus obligaciones en Rawson, pero su encubrimiento sucedió mientras residía en Bahía Blanca.
Una larga investigación terminó con la detención en la jornada del miércoles de un miembro de Prefectura que habría protegido y encubierto a un narcotraficante. Todo comenzó con una causa de abuso sexual, pero el hallazgo de drogas llevó a que el foco cambiase.
La persona, que ahora está bajo el Juzgado de Garantías N°4, es Sebastián Moreno, partícipe del cuerpo de Prefectura Naval Argentina. La investigación había comenzado a mediados de 2022 cuando el fiscal Mauricio Del Cero ordenó que se allane la vivienda de Héctor Leonardo Diez, en el marco de un caso por abuso sexual en el que el efectivo no tenía nada que ver.
En ese mismo operativo se encontró cocaína, marihuana, bolsas de nylon dispuestas para la comercialización de las sustancias y una balanza. Así, fiscalía dio un giro de 360 grados y comenzó a analizar la posibilidad de que Diez fuera narcotraficante o un eslabón en la cadena de compra y venta de drogas.
Al poco tiempo, Diez falleció, pero la causa continuó y en su teléfono celular descubrieron chats que vinculaban a Moreno, prefecto que habría intentado salvarlo en más de una ocasión cuando la Justicia seguía sus pasos. A raíz de ello, la jueza Marisa Promé solicitó que fuera arrestado en el día de ayer.
Actualmente, esta persona de Prefectura vive en Rawson, Chubut, pero el hecho fue en Bahía Blanca por lo que fue trasladado hasta esta ciudad bonaerense. Durante la jornada de hoy, declarará ante Del Cero por los delitos de encubrimiento doblemente agravado por ser funcionario público, incumplimiento de su obligación e incumplimiento de los deberes de un funcionario.
El arsenal que tenía Diez en su casa
Diez, el acusado de comercializar drogas y cometer abuso sexual contra una mujer, no solo fue hallado en su casa con las sustancias mencionadas anteriormente. A eso hay que agregarle un inmenso arsenal que incluía una pistola 9 mm, una escopeta de 14 mm, una escopeta calibre 12/70, diversos cartuchos, dos potes de pólvora y dos carabinas calibre 22.
Mismo se encontraron teléfonos celulares y elementos de corte. Todo esto iba a jugarle una mala pasada al imputado en su posible juicio que iba a ser en poco tiempo.
