136 años más tarde, un historiador reveló quién sería el asesino en serie conocido como Jack el destripador

Uno de los mayores misterios de la historia criminal podría haber llegado a su fin después de que un investigador revelara la supuesta identidad de "Jack el destripador", el asesino en serie que aterrorizó Londres en 1888 y cuya identidad permaneció desconocida durante más de un siglo.

Según el último estudio, las pruebas de ADN conducen a un solo nombre: Aaron Kosminski, un barbero polaco de 23 años que en su momento fue sospechoso, pero nunca condenado por ser esta persona. Los análisis fueron realizados a partir de restos genéticos hallados en un chale que pertenecía a una de las víctimas y que, según los expertos, contenía rastros tanto de la mujer asesinada como de "Jack el destripador".

Este hallazgo refuerza una teoría que ya circulaba en los círculos de criminología desde hace años, ya que Kosminski había sido señalado en su momento por la policía londinense. No obstante, la falta de pruebas contundentes impidió su detención, y pasó gran parte de su vida en instituciones psiquiátricas hasta morir en 1919 sin cargos en su contra.

La noticia causó revuelo entre historiadores y especialistas en criminología, que durante décadas han analizado teorías sobre la verdadera identidad de "Jack el destripador". Sin embargo, algunos aún ponen en duda la solidez de la evidencia y sostienen que el misterio podría no estar completamente resuelto, ya que nada afirma que ese crimen fue producido por esta persona.

Es por eso que ya se han dividido en dos bandos los amantes de la criminología: algunos afirman que están solamente a un paso de ponerle nombre, apellido y rostro a este vil personaje del siglo XIX. Sin embargo, también están los más escépticos que afirman que esto jamás se resolverá y que el nombre quedará en el imaginario popular, casi como leyenda inexistente, gracias a los libros, documentales y películas.

¿Quién fue Aaron Kosminski, el posible Jack el destripador?

Kosminski es un judío nacido en Polonia, que emigró al Reino Unido en 1882, cuando comenzaron a linchar a personas de esta religión. Se estableció como barbero en Whitechapel, un barrio de Londres, donde casualmente se produjeron los asesinatos. Esto fue lo que lo puso bajo la lupa durante tanto tiempo.

Incluso, un testigo de uno de los crímenes lo identificó con un 100% de certeza, pero luego dio marcha atrás con esa versión y negó que fuera él. Hubo miles de hipótesis sobre este caso, y una de ellas sugiere que el testigo, también judío, podría haber estado defendiendo a Kosminski, lo que abre la posibilidad de que la identificación inicial haya sido errónea. Sin embargo, esto es algo que jamás se sabrá con certeza.