Entrevista Exclusiva Minuto Neuquén

“Hoy estamos al límite del cansancio”: así se transita la pandemia en la Clínica Pasteur

Minuto Neuquén dialogó con el Dr. Lucio Espinosa, Jefe de Terapia Intensiva de la institución.
lunes, 5 de octubre de 2020 · 10:12

Nuestro diario quería conocer la visión de este destacado profesional sobre la actualidad epidemiológica y la situación que están transitando en el importante centro de salud.

A continuación,  presentamos una pequeña postal de la enorme tarea que, en Neuquén, cumplen estos admirables profesionales de la Clínica Pasteur, en el marco de la crisis sanitaria que se transita por la pandemia del coronavirus.

MN: Dr. Espinosa,  ¿Cómo es la situación actual en su sector con respecto a los pacientes internados por COVID 19?

L.E: -Sin dudas, en las últimas dos semanas, la situación es muy difícil, principalmente porque no disponemos de camas para la asistencia de los pacientes y estamos empezando a utilizar las de la guardia. Como no es un servicio que esté preparado, hemos tenido que remodelarlo.  En consecuencia, se hace muy complejo poder brindarle una atención adecuada a los pacientes, situación que nos genera una sensación de frustración.

MN: ¿Están sufriendo la falta de recurso humano?

L.E: - Es lógicamente la dificultad más grande que tenemos, principalmente porque no hay gente capacitada en la zona como para asistir a tantos pacientes ventilados. Nosotros trabajamos en las distintas terapias con grupos conformados de enfermeros, médicos y kinesiólogos. El tema es que el personal es limitado y en función de que empezaron a presentarse casos de infecciones por COVID entre los profesionales, ello dificulta mucho muchísimo más la asistencia.

MN: ¿Tiene alguna estimación de cuánto personal de la Clínica Pasteur se vio afectada por contagios de coronavirus?

L.E: - Actualmente es menos del 5 %, pero en la medida en que va pasando la pandemia, algunos se van enfermando, después se van recuperando y se reincorporan de nuevo al equipo. No obstante, aparecen otros efectores que también se hacen positivos posteriormente. Por fortuna, hemos diseñado un esquema de trabajo, de tal forma de que no nos enfermemos todos al mismo tiempo, para poder seguir asistiendo a los pacientes. Hasta el momento, nos viene dando resultado.

MN: Nos gustaría conocer, desde su mirada personal, si cree que la suba de los contagios experimentada últimamente, tiene que ver más con la responsabilidad colectiva o si considera que también se da por una carencia de medidas gubernamentales.

L.E: - Considero que es un conjunto de ambas. Hay que tener en cuenta de que nosotros estamos con una estructura de funcionamiento que lleva más de 4 meses, con lo cual, nos agotó muy rápidamente: hoy estamos al límite del cansancio.

Estamos teniendo que organizarnos de tal forma de que cada 72 horas estamos de guardia, y esto es extremadamente agotador. Lógicamente, a la sociedad le ocurre exactamente lo mismo.

Por otro lado, lo que nos está preocupando es que aumentan la cantidad de casos y vemos que no hay una medida gubernamental adecuada como para corregir algunas circunstancias. Por ejemplo, muchos de los medicamentos que utilizamos para la sedación de los pacientes, no solo no se consiguen, sino que además, actualmente se han disparado sus valores, cuadriplicándose, en relación al inicio de la pandemia.  

MN: Sobre los trabajadores de la terapia intensiva de la institución sanitaria en especial, ¿nos podría dar un pantallazo de cómo están transitando esta situación?

L.E.: - A mí me gustaría que  un poco la gente conozca la realidad de una terapia intensiva, donde obviamente son ambientes cerrados, y en los cuales, este esquema de trabajo que estamos llevando, no solo nos está fatigando y  nos está llevando a un “burnout”, que uno no imaginaba nunca tener que pasarlo.

Actualmente, estamos viendo que las relaciones interpersonales se complican, no solo entre profesionales, sino entre nuestras familias incluso.  Ello tiene que ver con esta angustia de no saber si uno puede infectarse viendo pacientes. También radica en el hecho de que sabemos que no estamos dando un tratamiento ideal a los internados, ya que la relación médico-paciente no se ha podido respetar porque no contamos con los recursos humanos para ello.

Son situaciones que por ahí la gente no las está viendo, pero que realmente están sucediendo: muchas veces nos sentimos solos en la terapia, con el sabor amargo de no poder hacer todo lo posible y al límite de la fatiga.

 

Por Licenciada Elizabeth Potenzoni para Minuto Neuquén. Agradecemos el testimonio del Dr. Lucio Espinosa.