Qué pasó: emotivo gesto de un empleado en Neuquén Capital

Aplausos y emoción. La historia que vamos a relatar da cuenta de que cuando los buenos valores existen, se reflejan en pequeñas acciones sin realizar alarde. Este fue uno de esos casos y tiene como protagonista a un empleado de un lavadero de autos. 

El trabajador del comercio situado sobre la calle J.J. Lastra al 1300 de Neuquén Capital, estaba bajo la rutina de su tarea diaria, aseando un rodado de un cliente asiduo del lugar.

De pronto, debajo de una de las alfombras encontró un paquete abultado: al tratar de observar de qué se trataba, descubrió que era dinero, y nada más ni nada menos que se trataba de la suma de 100 mil pesos.

Sin avisarle a nadie del hallazgo, este operario ordenó perfectamente el fajo y lo colocó en la guantera del automóvil. Posteriormente, como si nada hubiera sucedido, continuó con sus funciones. 

Mas tarde, el propietario del vehículo llegó sobresaltado al negocio para preguntar si no había sucedido nada fuera de lo común allí, a lo que el dueño, de nombre Rubén, respondió que no, consigna el sitio Noticias de Neuquén.

Luego, le blanqueó que había hallado ese dinero en su guantera y allí recordó que en ocasión de un viaje de trabajo a Añelo,  había escondido ese dinero abajo de la alfombra, luego de concretar una operación y se había olvidado de que lo había dejado allí.

Fue entonces en ese momento que el propietario del lavadero habló con el personal del sitio, y allí el trabajador de 30 años le comentó que había hallado el dinero, lo acomodó en su totalidad y lo devolvió a quien le pertenecía.

Al agradecerle por su lealtad, el dueño del auto le dio una suma en concepto de retribución, que este empleado quiso compartir con sus pares, los que, emocionados por el accionar de su compañero, rechazaron recibir. Este héroe anónimo se llama Rodrigo Quesada y es un verdadero ejemplo de cómo se construye una sociedad mejor.