Los números en rojo que preocupan a Carlos Koopmann en Zapala

Desde que asumió la intendencia de Zapala el día 2 de enero, a Carlos Koopmann nada le ha resultado fácil, y él lo sabe muy bien, teniendo en cuenta que en el propio acto de asunción de autoridades en cine teatro, integrantes del Polo Obrero irrumpieron en el hall de entrada, comenzando con fuertes reclamos, los cuales finalmente trasladaron a un prolongado corte de Ruta Nacional N° 22. Esta situación trajo múltiples inconvenientes para los turistas que transitaban por el lugar en plena temporada de verano; como así también millonarias pérdidas a comercios y empresas locales y de la región.

Luego de acordar con el Polo Obrero, comenzaron las protestas y reclamos de pedido de reincorporación de los 48 trabajadores cesanteados a fines de enero, con acampe incluido frente al municipio, quienes habían ingresado a planta permanente por una resolución de la ex intendenta Soledad Martínez.

Pero más allá de los conflictos mencionados, hay un tema que preocupa de sobremanera al intendente y a los integrantes del gabinete, y está centralizado en los números en rojo que presentan las finanzas municipales, situación que por supuesto complica y limita para trabajar en proyectos de cara al futuro inmediato.

La propia secretaria de Hacienda y Finanzas, Cra. Analía Gret, fue la encargada de sincerar los números ante los integrantes del Concejo Deliberante, al ser invitada a una reunión previa al desarrollo de la 3° Sesión Ordinaria, en la cual los ediles aprobaron por unanimidad el Convenio de Asistencia y Colaboración suscripto entre el Gobierno de la provincia del Neuquén y la Municipalidad de Zapala, para el periodo febrero 2020 - mayo 2020.

La Municipalidad de Zapala recibió por coparticipación provincial los primeros días de marzo (correspondiente a febrero) la suma de $96.000.000; mientras que por recaudación propia sumó la cifra de $9.000.000.

En lo que respecta a los egresos, el municipio debió afrontar $90.000.000 en sueldos, $3.000.000 del Polo Obrero, $5.000.000 de monotributistas, $1.300.000 en dietas por alquileres, $2.000.000 en combustible, $1.300.000 en contratados, a lo que hay que sumarle pago de servicios y otros ítems.

En definitiva, el déficit en las finanzas alcanza en promedio la suma de $6.000.000. A todo esto, hay que tener en cuenta la variación en la coparticipación provincial por la baja el precio del barril petróleo y la no posibilidad de cobrar servicios en oficinas municipales ante el cierre de las mismas por las medidas de prevención ante el avance del coronavirus.