Los bomberos de Neuquén tendrán a la primera mujer en conducir un autobomba
Se trata de Irina Landaeta, quien será la primera en obtener la licencia especial para conducir el vehículo de emergencias en Neuquén.
La primera mujer en conducir un camión de autobomba en Neuquén se llama Irina Landaeta y hace cinco años integra la fuerza policial. Es oriunda de Zapala y hace un poco más de dos años se radicó en la capital neuquina para desempeñarse como bombera en el cuartel de la ciudad.
Irina realizó el curso de “chofer profesional” para poder manejar el rodado de gran porte por las calles de Neuquén. En 2016 ingresó a la institución policial, allí egresó y continúo sus estudios con el curso de móviles convencionales, que le permitió ser parte de Tránsito Policial y, hace un poco más de dos años, ingresó a la Dirección de Bomberos de la provincia.
La historia de Irina Landaeta
En una entrevista oficial publicada en la página de la Policía de Neuquén, se relató que “con el pasar de los meses, Irina notó una afinidad y gusto por los camiones que son parte de la funcionalidad de la unidad, por lo que decidió realizar el curso profesional para obtener la correspondiente licencia que la habilite a conducir este tipo de vehículos de grandes dimensiones, destacando la oportunidad que la Institución y el Cuartel le brindó para lograr superarse”.
“Está genial la posibilidad que nos dan, más allá de todas las trabas que sigue habiendo. Igualmente no puedo quejarme de mis compañeros, ya que desde el momento cero que les dije que quería ser chofer siempre me guiaron y ayudaron”, manifestó Irina.
Además, confesó que está “ansiosa de salir por primera vez, la verdad que me representan muchos nervios, pero también mucha emoción y adrenalina. El solo hecho de subirse al camión de bomberos es una experiencia muy linda”.
Estoy muy contenta con mi trabajo y expectante de estas nuevas oportunidades que se me brindan.
Con relación a las tareas que le tocó realizar como parte de la fuerza, comentó que “todas son impactantes y movilizantes, como ver a una familia a la que se le está prendiendo fuego su casa y te pide desesperadamente que apagues las llamas para poder salvar algo de lo que tanto les costó”.
