El reto hacia el futuro: el MPN proyecta su renovación

Con Omar Gutiérrez sin posibilidades de renovar un nuevo período a cargo de la gobernación, empieza la danza de nombres de cara a las elecciones del 2023 en el Movimiento Popular Neuquino (MPN).

Lo cierto es que, claramente, el triunfo de Rolando Figueroa en las pasadas elecciones legislativas fue leído solo como una victoria del partido hegemónico neuquino y no de su figura en especial. Si bien dicha victoria fortalece aún más la estructura política del oficialismo, es evidente que no está en los planes de la cúpula, darle la bendición a quien supo traicionar la lealtad, nada más ni nada menos, que del presidente actual del MPN.

Como nada es casualidad, el pasado 17 de noviembre justamente salió a hablar uno de los referentes del movimiento: el exgobernador Jorge Sapag y fue contundente. El apoyo del partido está centrado en un político de perfil bajo, pero de alta proyección: Marcos Koopmann, actual vicegobernador y titular de la Legislatura de Neuquén. Al señalar la necesidad de renovar la dirigencia, de hallar cuadros políticos jóvenes, Sapag destacó que Koopmann es un “candidato natural”. En ese sentido, enfatizó que para el MPN las internas son “necesarias y convenientes” y dijo, además, que el partido las tiene desde “hace décadas".

En el mismo orden, tiempo atrás, en plena campaña de las PASO, el mandatario provincial Omar Gutiérrez hizo una referencia implícita a cierta intencionalidad política de Rolando Figueroa de postularse primero al Congreso, para luego escalar directamente hacia la gobernación, a diferencia de los aspirantes que él apoyaba (Mage Ferraresso y Osvaldo Llancafilo), que manifestaban la voluntad de quedarse en el recinto los cuatro años de mandato, con el fin de defender los derechos provinciales.

Cierta “unidad” obligada por las circunstancias tuvo que ser reflejada de cara a los electores, pero en el fondo todos conocen algo de las profundas diferencias que existen con Figueroa y su accionar.  

La prudencia, una postura

Por otra parte, es bueno considerar cuál fue la actitud del electo diputado emepenista. Figueroa eligió mostrarse “moderado” (a de tiempos anteriores) y reflejar cierto tinte conciliador, a pesar de manifestar, solapadamente, que ganó pese a efectuar una campaña al margen de “la billetera” del partido.  

Quedan dos años por delante, tiempo suficiente para que el MPN pueda superar el desafío de centrarse en una figura que represente la tan valorada lealtad que el espacio supo construir, en sus 60 años de trayectoria. Y es en ese reto, en que la figura de Marcos Koopmann asoma como la mejor de las posibilidades para consolidar un poder político alejado de los vicios y personalismos de los que otros personajes hacen gala abusiva.

- Por Lic. Elizabeth Andrea Potenzoni para Minuto Neuquén