Descontrol y furia: lamentable regreso de la actividad nocturna a Zapala

Tras un año y medio de boliches cerrados y fiestas suspendidas, el fin de semana pasado la ciudad de Zapala habilitó la actividad nocturna. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. 

Miles de jóvenes y las cámaras de seguridad de los comercios de la zona fueron testigos de la violencia y la furia con la que finalizó la noche en Zapala. Concretamente, se difundió el registro de dos videos que retrataron lo que fue la madrugada del domingo pasado en la ciudad. 

Uno de los repudiables sucesos lo protagonizó un guardia de seguridad de una fiesta privada en Zapala. El hombre golpeó brutalmente a un joven que, aparentemente, intentó entrar al evento sin su permiso.  

Este hecho tuvo lugar en el ingreso del salón de eventos ubicado en calle Houssay al 600. En el registro fílmico se observa con claridad cómo el hombre agrede con violencia y ensañamiento al chico que, a juzgar por las imágenes, estaba en estado de ebriedad.

Sin embargo, ese lamentable episodio en Zapala no fue el único. También, durante la madrugada del domingo, casi a plena luz del día, en una calle céntrica de la ciudad dos jóvenes comenzaron una feroz pelea.

De acuerdo a las imágenes, se observa a dos mujeres, una de ella tendida en el asfalto y la otra sentada sobre su vientre. Ambas, con una resistencia absoluta, se lanzaron múltiples golpes de puño.

El joven víctima del guardia de seguridad contó su versión de los hechos

En diálogo con LM Neuquén, el joven que fue atacado salvajemente por el guardia de seguridad de la fiesta privada en Zapala, Marcelo González, relató su versión de los hechos. Al respecto, aseguró: "Fui a buscar mi campera y me desfiguró".

Luego, el chico contó que salió el sábado por la noche para celebrar Halloween, pero terminó en el hospital con cortes en todo su rostro, cuatro dientes menos y dolores en todo su cuerpo. Previo a ello, Marcelo describió que, pasadas las 2 de la madrugada, entró al local ubicado en la calle Bernardo Houssay al 600 que, según advirtió, funciona como un bar resto, pero "todos saben que es un boliche". Inmediatamente, agregó que, “de un momento a otro”, el patovica lo sacó: “Me agarró y me empujó a la salida". 

Por tal motivo, el joven intentó volver a entrar para buscar su campera con las llaves de su casa, pero no logró mediar palabras: “Me agarró del cuello y ahí arrancó lo peor, me desfiguró". Cabe destacar que Marcelo González ya radicó la denuncia policial contra el sujeto que lo atacó e indicó que “ya está identificado”.