Plottier
A los 93 años, falleció el fundador de la escuela Posta Cristo Rey, Don Gómez
El divulgador Don Gómez fue despedido por más de 350 personas en Plottier.Dicen que tener fe o un propósito son los motores más grandes para movilizarnos en la vida. Así podría ejemplificarlo Alberto Gómez, más conocido como Don Gómez, un hombre que se dedicó a la divulgación, a su familia y al prójimo.
Don Gómez llegó a Neuquén en la década del '80, con la esperanza de abrir una escuela para poder mejorar la calidad de vida de muchos niños y niñas. Ese sueño se hizo realidad cuando el bonaerense creó la escuela Posta Cristo Rey.
A sus 93 años, Don Gómez se despidió de una vida colmada de sabiduría: fue empleado de YPF, escribió más de 30 libros sobre literatura, política y religión, y promovió la divulgación de otros escritores locales.
El escritor falleció el martes pasado en el hospital de Plottier tras sufrir un ACV (Accidente Cerebrovascular). Este miércoles fue velado en esa misma ciudad, en una ceremonia de la que participaron más de 350 personas que deseaban darle un último adiós.
"Estuvieron diputados, concejales, amigos, escritores. Hasta la chica que atiende el kiosco donde él siempre compraba. Fue impresionante", señaló su hijo Diego Gómez, en diálogo con LM Neuquén.
"Vuela alto, Don Gómez, gracias por lo hecho, por lo dicho, por lo escrito y lo legado. Gracias por mostrarnos que se puede. Gracias por tu entrega desinteresada. Gracias por seguir acompañando hasta el último momento”, escribieron desde las redes sociales de la escuela, que hoy dirige su nieta Tamara Robert.
Una vida marcada por la solidaridad
Don Gómez nació en la provincia de Buenos Aires. Allí trabajó 44 años en una YPF, que lo llevó a recorrer varias provincias a lo largo de ese período de su vida. En dichos viajes, el hombre se percató de las distintas realidades que viven las personas, pero especialmente la de los niños y niñas.
Es por eso que ya desde la provincia bonaerense comenzó a realizar distintas actividades solidarias como recolección y distribución de víveres y ropa para los pueblos más pobres.
Con el tiempo, Alberto sintió que necesitaba hacer más por ellos, y fue entonces que comenzó a germinar la idea de una escuela. Años más tarde, crearía la Posta Cristo Rey, que durante sus primeros años recibió a estudiantes que habían repetido o que por motivos judiciales habían quedado fuera del sistema público.
Hoy son padres, madres, trabajadores, estudiantes, alumnos, quienes agradecen el enorme trabajo que realizó, el tiempo y la pasión que dedicó para que todos ellos tuvieran una oportunidad.