San Martín de los Andes
Cuatro amigos crearon un detergente con aceite reciclado: descubrí cómo lo hicieron
Ellos fundaron Keñi, un emprendimiento ecológico de lavavajillas en panes para lavar platos y ropa sin contaminar.Ayrton, Agustín, Guadalupe y Ramiro pasaron la cuarentena obligatoria juntos en una casa en San Martín de los Andes. En esa convivencia improvisada, decidieron dar rienda suelta a su sueño de crear un emprendimiento propio que represente su respeto por el medio ambiente. Así nació Keñi, un detergente sólido para lavar los platos y la ropa a partir del reciclaje de aceite de girasol usado.
Aunque el aceite que se usa para las comidas fritas parece un elemento sucio que no podría convertirse en un producto de limpieza, los emprendedores aprendieron pronto que se podía filtrar ese residuo y cocinarlo junto al hidróxido de sodio para obtener un lavavajillas que es líquido en primera instancia, pero que luego de enfriarse se vuelve sólido.
"Un amigo nos comentó que estaba la posibilidad con aceite de girasol ya usado que si se filtraba se podía generar un detergente sólido", comentó Agustín Laborda, un profesional de recursos humanos y profesor de vóley que se ocupa del área de ventas en Keñi. "Al principio lo probamos con escepticismo, pensábamos '¿cómo un aceite horrible de las papas fritas puede desengrasar los platos?', pero lo probamos y resultó genial", confirmó Laborda.
"Empezamos a elaborar detergente para regalar a nuestros amigos y familiares y después el emprendimiento creció", explicitó Agustín. Pronto, el resultado de los panes de detergente hizo que pensaran en comercializar los productos a mayor escala, la casa se volvió un caos, pero los amigos cumplieron su sueño y empezaron a fabricar el lavavajillas.
En agosto de 2020, el grupo de amigos comenzó con las primeras pruebas para el círculo íntimo, y este mes ya cumplen un año desde las primeras ventas. Desde entonces, Keñi no hizo más que crecer y pasaron de un local prestado a contar con un laboratorio propio en San Martín de los Andes, donde elaboran dos tandas semanales, con un total de 500 panes de detergente cada semana.
"El pan más chico sale 150 pesos y calculamos que para una persona sola o para una pareja dura aproximadamente un mes", aclaró Agustín sobre este producto, que busca reducir la contaminación a través del lavado de platos y pretende adaptarse a la necesidad de cada consumidor con la variedad de tamaños.
Qué impacto tiene Keñi
Los panes de Keñi cuidan el ambiente desde diversos puntos, en primer lugar, reciclan el aceite ya utilizado que, de otra manera, terminaría en las cañerías o en el tacho de basura. En segundo lugar, el detergente no es líquido, por lo tanto no requiere del uso de envases plásticos, en su lugar, se vende en panes sólidos y con packaging biodegradable. Por último, su punto ecológico es que se pueden usar para lavar los platos en el río sin aportar químicos al agua y así no contaminar.
La principal materia prima de este detergente es el aceite usado, es por esto que el grupo de amigos se provee en un 80% de los comercios de San Martín de los Andes, que desechan grandes cantidades de aceite usado, mientras que un 20% proviene de los propios vecinos, que se acercan a los puntos de acopio a entregar el aceite que les sobra de sus comidas.
Los amigos buscan, por un lado, crear conciencia en las buenas prácticas en relación al cuidado del ambiente y, por otro lado, continuar con el crecimiento de su empresa.