Ambiente
Un experto advirtió que el Bosque de Arrayanes "se está muriendo"
El ingeniero forestal, director y coordinador del Centro Forestal de la Isla Victoria, Adolfo Moretti, aseguró que la situación es crítica.Las consecuencias del cambio climático comienzan a hacerse notar en la biodiversidad más cercana de la Patagonia. Según la apreciación de un experto en la materia, una de las áreas naturales protegidas más hermosas de la cordillera podría estar en peligro de extinción.
Adolfo Moretti, ingeniero forestal, director y coordinador del Centro Forestal de la Isla Victoria, alertó a la comunidad por la situación crítica del Bosque de Arrayanes en la Península Quetrihué. “Lamentablemente el Bosque de Arrayanes, desde hace ya unos cuantos años, viene sufriendo un cambio ambiental, de estructura”, señaló Moretti, en diálogo con el programa Ideas Circulares.
Según el especialista, la causa de la situación en el Bosque de Arrayanes es la caída de cenizas volcánicas, el uso público que se le da y la propia edad del espacio. “Literalmente, se está muriendo el bosque y da paso a un desmoronamiento”, advirtió.
Moretti indicó que el bosque cuenta con una historia de más de 100 años de manejo. “Fue puro cuando era propiedad de la estancia, donde se mandaba a “machetear” cualquier cosa que represente una competencia”, aseguró.
Moretti explicó que en el momento en que la zona pasó a ser de los Parques Nacionales, la naturaleza se volvió mixta y se observó la presencia de otras especies en el lugar.
“Todo esto sumado al cambio climático global, hace que estemos presenciando la muerte de un bosque a la vista de todos”, destacó el ingeniero forestal e indicó que ya en el año 1900 fue considerado un bosque adulto.
Si bien aseguró que las sequías prolongadas influyeron en el proceso hacia la muerte del bosque, Moretti afirmó no creer que este sea el caso. “Son muchas pequeñas causas que hacen que un bosque frágil y viejito termine de morir”, concluyó.
Acciones a futuro
El coordinador del Centro Forestal de la Isla Victoria comentó que desde 2012, por medio de un proyecto de Parques Nacionales, “se cosecharon semillas de 20 ejemplares, se reprodujeron en los viveros de la Isla Victoria y ya se plantaron más de 1200 ejemplares”. “Lo que no podemos recuperar son dos siglos de bosque, por más árboles que plantemos ahora”, aclaró.