SAN MARTÍN DE LOS ANDES

Sufrió violencia de género y la Justicia la obligó a quedarse en San Martín de los Andes

En diciembre logró que le permitieran pasar las fiestas con sus hijas de su primer matrimonio, en Caleta Olivia.
sábado, 19 de marzo de 2022 · 20:32

La Justicia obligó a una mujer que vivió violencia de género a regresar a San Martín de los Andes, donde vive su expareja y agresor. Afirmó no ser escuchada por el juez de familia involucrado en el caso y denunció la conducta violenta de la organización.

Carla Pervanas denunció los malos tratos a su exmarido de la localidad neuquina desde 2020, cuando este hombre se apoderó por completo de la casa que construyeron juntos y la dejó en la calle. Además, usó a la Justicia para hacer cumplir una medida cautelar que le impedía salir de San Martín de los Andes porque tenían un hijo juntos.

Justicia de San Martín de los Andes.

Según la mujer, nació y creció en San Martín de los Andes pero su vida la impulsó a radicarse por muchos años en Buenos Aires, donde se casó con otro vecino del municipio de Neuquén. Sin embargo, antes de ofender al hombre, ella y su hijo decidieron terminar la relación y mudarse a Caleta Olivia, mientras el ex regresaba a su ciudad natal.

A pesar de la separación, en 2020 durante la pandemia acordaron que ella y su hijo de 10 años se instalarían en la casa que habían construido, él se haría un apartamento y compartirían el terreno. No obstante, todo cambió cuando Carla fue a la ciudad de la patagonia.

Oficina contra la Violencia de Género.

Dadas las circunstancias, Carla se vio obligada a permanecer en Neuquén porque el hombre tomó precauciones para impedir que se fuera, ya que dio a luz a un hijo pequeño. En consecuencia, debe estar en un lugar que le es completamente hostil.

 

Declaraciones

"Cuando íbamos en viaje nos enteramos que no teníamos donde llegar, que no teníamos nuestras cosas, no teníamos absolutamente nada porque él se apropió de absolutamente todo", sostuvo la mujer de San Martín de los Andes.

Policía de Neuquén.

Por último, añadió: "Es una pesadilla porque sufrí todos los tipos de agresiones y violencia que pueden existir. Sumados ahora a la violencia institucional por la complicidad de la jueza de familia que interviene. Ella le da todas las herramientas que puede y hasta las que no debe a él para que siga violentándonos".