NEUQUÉN
En el Hospital Heller se realizó el primer parto con lenguaje de señas y sin intérprete de Neuquén
El equipo de obstetricia del centro de salud atendió a una paciente sorda sin necesidad de un traductor, un hecho inédito en la provincia.El pasado sábado, 5 de marzo, el equipo de obstetricia del Hospital Heller llevó a cabo el primer parto con lenguaje de señas y sin intérprete de por medio en la historia de la Provincia del Neuquén, hecho que se dio gracias a la iniciativa de la licenciada Eli Puentes.
La hospitalaria trabaja en el centro de salud desde el 2014 y hace un tiempo comenzó a aprender la LSA (Lengua de Señas Argentina) por decisión propia. Durante la pandemia, se le ocurrió la idea de que el resto de sus colegas del Hospital Heller también lo estudien.
De esta manera, la médica y todo el personal de esa área del Hospital Heller lograron hacer un curso diseñado por el Gobierno provincial y nacional, aunque solo se dieron seis lugares, por lo que varios sectores están a la espera de realizarlo en el futuro.
“En esta época donde hablamos de inclusión, de atención integral, de derechos y de su cumplimiento, esto no es un tema menor”, reflexionó Puentes en diálogo con Diario Río Negro. También, aclaró que la capacitación no te hace traductor de la lengua.
Asimismo, el personal de obstetricia del nosocomio remarcó que aún queda mucho por aprender: “La deuda es grande todavía porque la comunicación, si bien tenemos señas universales como la cara de dolor o la contracción que se pueden interpretar, carece de fluidez”.
Cómo fue el primer parto de Neuquén sin intérpretes y con lenguaje de señas en el Hospital Heller
A comienzos del mes pasado, Elizabeth y Walter llegaron al Hospital Heller durante la madrugada para convertirse en padres por tercera vez. Lo que no sabían era que, a diferencia de las dos ocasiones previas, ya no iban a necesitar de un intérprete.
La licenciada contó que en dos casos anteriores en los que atendió a madres sordas, ellas tenían audífonos y “no era tan difícil la comunicación”, pero en los dos últimos partos las mujeres solo se comunicaban con lengua de señas, lo que dificultaba el intercambio.