NEUQUÉN
El nuevo Paseo Costero pondrá en evidencia una cruda realidad
Uno de los miradores mostrará cómo se vierten los líquidos cloacales de la Planta Tronador.El nuevo Paseo Costero pondrá en evidencia cómo los líquidos cloacales de la capital neuquina son desagotados en un sector muy cercano a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén.
La Municipalidad de Neuquén construye un nuevo tramo del Paseo de la Costa sobre el ingreso de la denominada Península Hiroki. En el sitio costero situado sobre el final de la calle Los Álamos, un grupo de constructores prepara una estructura con hierros pintados de negro, que fueron montados sobre un montículo de piedras y tierra. El río Limay impone allí su belleza sobre ese hueco desprovisto de sauces.
Esa base de metal sostendrá la estructura de un mirador que fue pensado para que vecinos y vecinas puedan disfrutar del espectáculo natural. Sin embargo, a pocos metros de allí, debajo de una pendiente pronunciada, un caño corrugado de grandes dimensiones sobresale sobre la orilla del Limay y se mete en sus profundidades.
“Va a ser un mirador de mier*”, dijo algún curioso mientras observaba al equipo de Minuto Neuquén que intentaba descender hasta el caño que arrojaba vertidos cloacales con una presión inusitada.
El veloz tránsito del fluido golpeaba la estructura plástica del conducto produciendo un particular sonido. Unos metros más adelante comenzaba a desaparecer la ondulación negra del enorme tubo. A medida que se imponía el color verde profundo del río, se desvanecía la silueta de PVC. Pero, antes de llegar a la parte más profunda del cauce, un burbujeo emergía a la superficie. El agua parece más espesa y turbia, rodeada por una espuma blanquecina que enmarcaba el epicentro del desagote.
El caño viene directamente de la planta de tratamiento de residuos cloacales situada en la calle Tronador. En ese lugar se procesan las cloacas de las principales colectoras de la ciudad de Neuquén.
Conexión clandestina
Minuto Neuquén pudo comunicarse con delegados de ATE, lista verde y Blanca y aseguraron: "la planta de Tronador funciona sin inconvenientes. No están paseando, todo lo que sale por el caño es liquido tratado" y aclararon que las burbujas que se pueden observar en el agua "se deben a los químicos que se utilizan para tratar el agua antes de enviar los líquidos tratados al río".
Según trabajadores de la zona y vecinos, es normal ver papel higiénico y desechos salir por el caño. “Eso no corresponde a la planta, debe ser algún vecino de la toma o de los barrios privados que se conectó de manera clandestina a la red”, especularon los trabajadores del EPAS.
En la actualidad, la planta de Tronador tiene capacidad para 4000 m3 por día y hoy se tratan cerca de 3700. "Es una cantidad normal, se complica en los días de lluvias que el ingreso a tratar es mayor", explicaron los trabajadores.