Una proyecto que reducirá la cantidad de percas en Laguna Blanca y, de yapa, servirá de alimento

El proyecto “Aprovechamiento de peces exóticos de Laguna Blanca” ya fue presentado a la Administración de Parques Nacionales por parte del bloque del MPN, para que sea aprobado lo antes posible. La iniciativa buscará vincular el control de especies acuáticas exóticas del Parque Nacional Laguna Blanca y, al mismo tiempo, aprovechar la carne de pescado para brinadr un aporte nutricional a la población de Zapala. 

A partir de la reducción de la gran cantidad de población de percas y truchas arcoíris de la Laguna Blanca, se buscará que se puedan donar los filetes a las personas que asisten a los programas nutricionales de Neuquén y de la Municipalidad de Zapala. El proyecto también incluye el desarrollo de una sala de faena de peces exóticos.

Dicha laguna tiene un tamaño de 1700 hectáreas y 10 metros de profundidad, con los años este terreno se ha ido poblando de percas y truchas arcoíris debido a la intervención del hombre. La presencia de estas especies en la laguna ocasionó un impacto negativo en el ecosistema del Parque Nacional, que afectó a plantas, aves y ranas autóctonas.

La iniciativa busca que el Parque Nacional y el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia puedan articular acciones para intentar reducir la población de peces, y al mismo tiempo, obtener proteínas de pescado a distintos dispositivos nutricionales de la provincia.

El proyecto ingresó por Mesa de Entradas de la Legislatura provincial, el pasado 13 de junio y contó con el apoyo adicional de los bloques Siempre, Juntos, FNN, FRIN, y UP-FR.

La intervención del hombre afectó a las especies autóctonas de la laguna

Según la información brindada por NeuquenTur, el Parque Nacional Laguna Blanca es el humedal más importante de esa región. En su extensión cuenta con diez lagunas de diferentes características.

Estos cuerpos de agua evolucionaron sin la presencia de peces, lo que los hace únicos en cuanto a su estructura comunitaria acuática y a la presencia de numerosas especies de aves que mantenían que mantenían un equilibrio en la cadena de depredadores.

Entre los años 1943 y 1968 se efectuaron distintas siembras de truchas arcoíris  y de percas en la laguna. Los efectos más evidentes fue la pérdida de la vegetación acuática, como la gambarusa, los juncos y las ciperáceas, y la desaparición de las aves acuáticas y ranas acuáticas endémica que utilizaban la vegetación para refugio, nidificación y alimentación.