MONÓXIDO DE CARBONO
Quieren que los detectores de monóxido de carbono en viviendas sea obligatorio
Carlos Sánchez presentó un proyecto donde demanda la obligación de este elemento tanto en viviendas como en edificios públicos.
El legislador provincial del bloque Unión Popular - Frente Renovador (UP-FR), Carlos Sánchez, presentó un proyecto de ley para que se instalen detectores de monóxido de carbono y gas en todas las viviendas de uso residencial que construya la ADUS-IPVU (Agencia de Desarrollo Urbano Sustentable - el Instituto Provincial de Vivienda).
En su articulado, la normativa aplicará tanto para los nuevos desarrollos habitacionales como para los edificios públicos y nacionales que se encuentran en funcionamiento. Además, establece que las nuevas viviendas y complejos residenciales deberán acreditar la instalación del detector para poder acceder al certificado de finalización de obra.
Al respecto, fija un plazo máximo de dos años para adecuar las instalaciones a las oficinas públicas. Al explicar los detectores que deberán tener las viviendas, sostiene que tienen que contar con un aviso acústico y también con otro de tipo luminoso.
Según el legislador del Frente Renovador, ambos artefactos se deben activar si la concentración de monóxido de carbono en los hogares excede un máximo de 50 ppm de concentración.
En ese sentido, observa en sus fundamentos que los aparatos de detección son una herramienta muy segura para prevenir intoxicaciones o decesos causados por pérdidas de monóxido de carbono por el uso de calefacción a gas en ambiente cerrado.
El proyecto fue acompañado por otros dos legisladores
La medida ingresó el miércoles, 17 de agosto, y estuvo acompañado por otros dos legisladores, Francisco Rols del Frente Integrador Neuquino y Fernando Gallia del Frente Nuevo Neuquén.
Por otro lado, cabe destacar que en el país se reportan anualmente 600 casos de intoxicación por monóxido de carbono, mientras que 70 personas fallecen por su inhalación. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el 75% de los accidentes fatales se deben a un mal funcionamiento de los artefactos o al uso indebido de cocinas y hornos para calefaccionar habitaciones.
