Loncopué

Vecinas cansadas por el mal estado de la ruta 40 decidieron marcar los baches con pintura

Beatriz y Patricia de Loncopué se tomaron el trabajo de señalara todos los pozos del camino.
jueves, 1 de septiembre de 2022 · 00:20

Los reclamos por el mal estado de la Ruta 40 son moneda corriente en el interior de la provincia. Ante la falta de soluciones para reparar el camino, vecinas y vecinos decidieron realizar una serie de acciones por mano propia.  En este caso, Beatriz Ponce y su hija Patricia, cansadas de las imperfecciones de la calzada, demarcaron cada orificio.

Beatriz comentó que suelen usar la Ruta 40 para trasladarse hasta Zapala y a diario se registran accidentes automovilísticos o destrozos por el mal estado del pavimento.

Las vecinas pintan uno de los baches. Fuente (mejorinformado).

Fue así que decidieron -con su hija- comprar pintura y dirigirse hacia Pino Hachado para señalizar cada uno de los baches que había en la Ruta 40. “Es impresionante la cantidad de pozos, hicimos todo lo que pudimos porque queríamos que queden bien marcados”, indicó la madre, en diálogo con 24/7.

“Nosotros que viajamos seguido ya sabemos, pero pienso en la gente que viaja de Caviahue, El Huecú. Agregó también el caso de los turistas: "Ellos no saben dónde están", detalló Beatriz.

Ruta 40. Fuente (Pinterest).

La vecina de Loncopué aseguró que muchas personas rompieron los neumáticos y las llantas de los autos. “No salen dos pesos como para andar cambiándolas", indicó.

"Vialidad no se hace cargo, es una vergüenza”, señaló Beatriz y agregó: “Les pido que se pongan una mano en el corazón, no solo esta ruta, sino también las rutas a Neuquén, San Martín de los Andes".

 

Bacheman, un vecino que marca los pozos en San Martín de los Andes

La idea de señalar los baches y pozos en calles y rutas no es una novedad. Hace tres años atrás, Máximo Thölke, un vecino de San Martín de los Andes, lleva a cabo una tarea similar para ayudar a los residentes de la localidad.

Máximo Thölke. Fuente (LaMontaña.com.ar)

Según aseguró Thölke, la idea surgió después de “comerme el mismo pozo una y otra vez. Un día agarré dos aerosoles, que me duraron 200 metros".

"Me alimentó mucho la respuesta de la gente”, aseguró Thölke en una entrevista en FM de La Montaña.