Paro de colectivos se pica: aseguran que Indalo embaló los repuestos "para llevárselos de acá"

Autobuses Neuquén podía retirarse con dignidad o, al menos, irse por una puerta distinta a la trasera. Sin embargo, a solo dos semanas de que venza la concesión que ostenta desde hace 20 años, la empresa parece haber decidido que se pudra todo, si es que ya no estaba podrido. La falta de mantenimiento de los colectivos sigue pasando factura.

Gabriel Ceballos, secretario gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Neuquén, aseguró que actualmente solo hay 27 unidades en condiciones de circular, cuando la compañía debería garantizar 60 colectivos para cubrir todas las líneas. El déficit ha afectado el servicio y ha provocado el malestar de los usuarios al punto que ayer un transporte fue atacado con piedras y el chofer fue amenazado.

“La empresa no está cumpliendo. Firmó un contrato por el que se comprometió a tener 60 coches en la calle y ayer salimos con 34. Entonces, la gente se la toma con los compañeros, que son la cara visible, o sea, piensan que el problema o la culpa la tienen los choferes, cuando hacemos hasta lo imposible para salir a trabajar con los coches, muchos de los cuales presentan un estado deplorable”, sostuvo Ceballos en AM 550.

Según el dirigente gremial, Indalo cuenta con repuestos para arreglar las unidades, pero “los tiene embalados para llevárselos de acá. No sé si solucionarían el problema con los vehículos que tienen parados acá, pero algo harían. El tema es que no los están dejando usar a los compañeros. No me lo contó nadie, lo vi yo ayer”.

Para Ceballos prestar el servicio con 27 colectivos no es una opción. “Sería como un suicidio, porque te van a pegar por todos lados. No es que nosotros no queramos salir a trabajar, es que estamos resguardando la seguridad tanto del pasajero que llevamos como de los compañeros que van manejando, y también de terceros no transportados porque hay coches que no están en condiciones. Hay compañeros que salen, dan dos vueltas y después deben volver a la base porque tienen que revisar frenos o se quedan sin estos. No podemos exponer tanto al trabajador”.

Y agregó: “La gente se cansa. Está esperando una hora, una hora y 40, dos horas, pasa lleno y te vuelve a dejar. Una señora se tiró en la cinta asfáltica y dijo que si no la llevaban, no pasaba nadie. El chofer tuvo que parar y no entraba más gente. Con las puertas abiertas tuvieron que circular, porque no podían cerrarlas. Si hay una víctima, ¿quién se hace cargo de eso?”

El referente de la UTA Neuquén remarcó que “la solución no la tenemos nosotros. Nos encantaría poder salir a trabajar y terminar este vínculo que tenemos con la empresa de la mejor manera posible, pero así es imposible porque no podemos salir con 27 coches a la calle para que nos maten o para que nos golpeen”.