EMERGENCÍA HÍDRICA
El río Neuquén podría registrar en enero el caudal más bajo de la historia
El déficit de lluvias dificultó la situación y la emergencia se mantiene.
La Emergencia Hídrica afecta a varios ríos de nuestro país, a raíz de las sequías registradas en los últimos años. A nivel nacional, los expertos no tienen buenos augurios en relación con la previsión climática de normalización de las lluvias, que en nuestra región dejaría al río Neuquén con el caudal más bajo en la historia.
Esta previsión está dada para el mes de enero. El año pasado, el representante de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas (AIC), Elías Sapag, advirtió: “El déficit de lluvias se está profundizando. No se ve ningún evento meteorológico de precipitaciones que nos puedan compensar esto”.
A las voces autorizadas se suma el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús. En declaraciones a la agencia de noticias Télam, sostuvo: “La región de Cuyo y Comahue están teniendo en este momento condiciones de sequía persistentes, de 10 años o más, y una bajante general muy grave que ya está poniendo al recurso hídrico en una situación extremadamente crítica”.
De esta manera, el caudal del río Neuquén podría romper récords impensados en cuanto al nivel de su caudal. La semana pasada, productores de la región junto a los consorcios de riego habían solicitado un incremento, a lo que la AIC había accedido, pero días después suspendió esta acción sin dar mayores explicaciones.
"El río Neuquén está transitando, posiblemente, su mes de enero más bajo de caudal de la historia", aseguró Borús y hace renacer la preocupación, no solo en la región, sino en gran parte del país que vive la misma situación. Hoy, el río Paraná sufre una pronunciada baja en su caudal que causó estragos en la reproducción de especies ictícolas, según afirmaron organizaciones ecologistas a Télam.
La AIC mantendrá la Emergencia Hídrica declarada durante el 2022 y una postura prudente a la hora de administrar el consumo de agua. “Hay que usar, pero no abusar” había declarado Sapag. La problemática se sitúo en la falta de lluvias en otoño y primavera, sumado al estado de sequía que se registra a causa del cambio climático.
