Denunciaron el cobro de un “peaje” a los crianceros trashumantes en el norte neuquino

Una situación extraña ocurre en un sector del norte neuquino en época de veranada, donde se ha registrado el cobro de una especie de peaje a los crianceros que realizan la trashumancia. Sucede en un sector del cerro Moncol, muy cercano al paso internacional Pichachen.

La denuncia la realizó Emanuel Castilo, hijo de un trashumante, quien comentó que el propietario del campo por donde deben atravesar todos los años les solicitaba un chivo como forma de pago para poder continuar el camino. Sin embargo, este año modificó sus intenciones y ahora los crianceros deben “abonar” cinco chivos o un ternero de un año.

Ante la sorpresa por el aumento de esta especie de peaje, decidieron hacer pública la situación. El hombre, a quien identificaron como "Ricachon” Lucho, realiza este cobro desde hace tiempo.

“En esta ocasión mi papá se negó al pago, al igual que otros vecinos y en represaría, este señor tomó la decisión de llevar una máquina y cortar el paso. En este sector llenó el camino con rocas grandes negándonos el paso, no importándole que mi papá y varios veranaderos, hace más de 80 años que utilizan este camino de trashumancia para llegar a sus veranadas”, comentó indignado Castilo.

La denuncia fue realizada a través de una nota de opinión publicada en Radio Chos Malal, donde el hijo de uno de los afectados aseguró que se les obstaculizó el paso, incluso, a aquellos crianceros que por temor decidieron pagar. Hasta se instaló una tranquera en el paso internacional Pichachen.

En la publicación también señaló que la persona que realiza el cobro también ha intimidado y amenazado a los pobladores que brindaban el paso por su terreno como una alternativa. “No solo queremos que quede en una queja, sino hacer público lo que por años ha venido sucediendo, con el avasallamiento de las leyes de trashumancia. Es por ello que denunciamos este abuso de poder, por parte de grandes terratenientes que están haciendo desaparecer a todos los pequeños crianceros de esta zona del Norte Neuquino”, sentenció.

Además de esta problemática, surge la preocupación por las complicaciones para acceder a las costas de los ríos. “Cada año se ven vulnerables los derechos de trashumancia, ya que las costas de los ríos que han sido caminos ancestrales de arreos, han sido alambrados y desaparecidos, los lugares de alojo para las familias que debemos realizar cada año el camino hacia la veranada”, finalizó Castilo.