Delegado de ATE: “EL EPAS está cada vez más vaciado, más falto de recursos”

Luego de más de dos años de la supuesta firma del contrato de concesión entre la Municipalidad de Neuquén Capital y el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) y de más de 10 años de falta de actualización del marco regulatorio, trabajadores del EPAS esperan que esta vez sí se cumplan los anuncios.

Pablo Azúa, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el EPAS, cuestionó que por mucho tiempo la firma del contrato y la definición del marco regulatorio fueron motivo de discordia entre la intendencia de (Horacio) Quiroga y el Gobierno provincial.

“Esto fue histórico, que uno le echaba la culpa al otro, que no firmaban el contrato, que por eso no se invertía en el organismo. Ahora, van varios años de gestión del mismo signo político y continúa la situación. Está colgado todavía en internet que en el año 2020 se celebró la firma del contrato de concesión, ahí se lo puede ver a (Omar) Gutiérrez, a (Mariano) Gaido, al expresidente del EPAS, Mauro Millán, haciendo toda una pantomima”, recordó.

Para Azúa, “la traba real del marco regulatorio es quién pone la plata, o sea, nadie quiere poner la plata. Como el EPAS es un ente provincial y los convenios se hacen con cada uno de los municipios, nadie le quiere poner el cascabel al gato de decir de dónde salen los recursos para poner en condiciones el servicio de agua potable y saneamiento”.

Ahora, se habla de retomar la discusión sobre el contrato de concesión y el marco regulatorio a partir del 18 de abril, luego de las elecciones, según anunció el concejal del Movimiento Popular Neuquino (MPN) Atilio Sguazzini. “Si la Provincia quiere subvencionar la parte de la tarifa que hace falta para el funcionamiento, nos parece bárbaro, porque es imposible pedirle al contribuyente, al vecino, que pague dentro de su boleta lo que cuesta el mantenimiento y la producción del agua potable y lo que tiene que ver con el saneamiento”, sostuvo Azúa.

A juicio del dirigente gremial, la situación actual es preocupante. “Lo que vemos como trabajadores es que el EPAS está cada vez más vaciado, más falto de recursos. No hay respuesta en cuanto a las necesidades esenciales que nosotros vamos marcando, de falta de personal, de maquinaria, de herramientas”, lamentó.

Azúa puso como ejemplo lo que ocurre en la capital neuquina con “la famosa Colectora Cloacal del Oeste, que viene a verter todo un caudal nuevo dentro de la planta Tronador, y lo que nos manifiestan los compañeros, porque es a lo que nosotros, tenemos acceso, es que está totalmente saturada la planta, entonces, a medida que van llegando los nuevos caudales, es imposible tratarlos”.

Y agregó: “Necesitamos la expansión de la planta, necesitamos el ingreso de personal, las cuadrillas del EPAS están en la situación que están, los de bombeo están en la situación calamitosa que están, y nosotros sabemos, compañero por compañero, sector por sector, las necesidades que no se han cubierto en toda la provincia”.