Desde ACIPAN aseguraron que se vive un panorama de incertidumbre en el sector comercial

El ambiente económico se mantiene caldeado en las últimas semanas, con la inflación del 7,7% informada por INDEC y la corrida cambiaria. Este escenario, pone palos en la rueda del sector comercial y no genera más que dudas, así lo planteó el presidente de la Asociación del Comercio Industria Producción y Afines de Neuquén (ACIPAN), Daniel González, a Minuto Neuquén. 

“Los niveles de inflación, que son insoportables, generan un movimiento permanentemente en las listas de precios. Hay mucha incertidumbre siempre cuando uno vende”, sostuvo González. Que si bien destacó que Neuquén suele considerarse “una isla” por Vaca Muerta y genera una actividad económica diferencial, la realidad macroeconómica no resulta ser para nada ajena.

El titular de ACIPAN mencionó a la importación como uno de los elementos determinantes en la economía del comerciante y explicó: “Al no haber dólares en reserva del Banco Central, no salen mucho los permisos de importación y esto que está ocurriendo esta semana, que el valor del dólar que pareciera que no tiene techo, es un programa muy complicado. Muchos comercios que hablaban con sus proveedores y no le daban un precio de referencia de ningún producto porque piensan que va a haber una devaluación”.

Por esta complicación, muchas de las ventas que se realizan son aquellas que se consideran como “importantes” y luego, se hace difícil reponer esa mercadería por el aumento de precios que se registra.

Con respecto al consumo, González determinó que está muy afectado por el deterioro del poder adquisitivo del salario y por parte de ACIPAN, han registrado que algunos rubros han bajado de forma considerable sus ventas, como el de vestimenta, calzado y regalería. Sin embargo, identificó que ocurre todo lo contrario con el turismo y los locales de gastronomía. Ese efecto, lo atribuyó a un cambio en el paradigma del consumo.

“Antes probablemente uno ahorraba para comprar cosas durables, para comprar nuevos electrodomésticos, y se iba equipando con los ahorros. Hoy generalmente con estos niveles inflacionarios, ahorrar no tiene sentido y, por lo tanto, la gente, lo que tiene lo consume. Y que a esto le suma el efecto de la pandemia que hizo que la gente quisiera salir más, porque estuvo encerrada tanto tiempo, entonces, es lógico que el pesito que me sobra en el bolsillo, me voy el fin de semana largo a la cordillera o salgo con mis amigos a comer algo al centro que antes no lo hacía porque ahorraba”, argumentó.

El intercambio entre Chile y Argentina

Algunos de los efectos rebotes de la economía se identifica en la ida y vuelta que existe en la relación entre chilenos y argentinos a la hora de adquirir ciertos productos a un precio diferencial. En las últimas semanas se pudo notar que residentes del país vecino, cruzan la cordillera para proveerse de alimentos que les resulta más barato en nuestro suelo. Este movimiento ha sido notable para la Asociación de Comercio e Industria e identificó que desde Argentina, también se da esa determinación de viajar con tal de conseguir algunos productos a un precio "más beneficioso" para el bolsillo. 

“Conozco gente de San Martín de los Andes que se va a Chile a las siete de la mañana y vuelve a las seis de la tarde a comprar, por ejemplo, lo que es insumo de sanitario, grifería y cosas así, están más baratos. Y los chilenos hacen lo mismo, salen a siete de la mañana y se vuelven a la tarde para comprar alimentos. Hoy hay una distorsión del precio relativo, es decir, cuando te dicen que algo cuesta 10.000 pesos, uno no sabe si es barato o si es caro porque se perdió la brújula respecto a cuáles son los valores razonables”, graficó González.