Aseguraron que la primera denuncia en el Jardín 23 fue en abril: "Nunca se desafectó al docente"

Un grupo de padres y madres del Jardín 23, se apostaron en las puertas del establecimiento en busca de mayores respuestas por las denuncias de supuestos abusos, que fueron cometidos por parte de un profesor de educación física.

Si bien en la jornada del martes mantuvieron una reunión con directivos y profesionales, entienden que tanto supervisores como directivos, hicieron caso omiso al primer caso que fue informado el mes pasado y por tal motivo, exigen que sean apartados de la institución.

“El 12 de abril se enteró la escuela. Desde ese momento, nunca se desafectó a ese docente. Se habló con el supervisor de educación física, el cual le sugiere a la madre que revincule al nene al jardín estando ese tipo acá con todos los niños”, aseguró Aluminé, una de las madres. Indicó que las familias se enteraron a la salida de clases cuando aguardaban por sus hijos y la madre que había realizado la denuncia, se animó a contarles.

A continuación, explicó: “Nos enteramos en la vereda de que pasaba algo en el jardín, por la mamá que realizó la denuncia. Le habían dicho que no diga nada. No sabía cómo hacer, estaba sola”. Por el momento, se desconoce cuántos serían los menores afectados y que algunos padres están acercándose a la fiscalía. 

Las actividades en el Jardín 23 han quedado suspendidas mientras los padres y madres remarcaron que no permitirán que se abra hasta que no les brinden las soluciones que necesitan. “Queremos que se vayan porque nosotros no confiamos más en que nuestros hijos vengan a este jardín. Todo se hizo mal, entendemos que los supervisores eran los encargados de desafectarlo, pero la escuela también dejó que nuestros niños sigan compartiendo con ese hombre. No sabemos si tocó o no tocó a nuestros nenes”, sentenciaron.

Al mismo tiempo, exigieron “celeridad” en el caso, señalaron que no saben dónde se encuentra el profesor denunciado y tampoco saben si tras las primeras diligencias, ordenarán su detención. En las paredes y puertas del Jardín 23, se pueden observar varias pintadas que van dirigidas no sólo al supuesto abusador, sino también a los directivos, a quienes acusan de ser cómplices.