Una madre y su hijo frenaron una entradera a su vivienda en barrio Cumelén, de la capital

Un nuevo hecho de violencia e inseguridad se volvió a registrar en el barrio Cumelén, de la ciudad de Neuquén. En la noche del miércoles, una mujer y su hijo resistieron a una entradera en su vivienda de calle Carlos H Rodríguez. 

Todo ocurrió cerca de las 21:00, cuando dos personas comenzaron a patear violentamente el portón de la casa para ingresar con la intención de robar. Aún con la noción de que habían personas en el interior, lograron romper la chapa, pero la mujer y su hijo la sostuvieron para impedir que se metieran. 

Ante la desesperación, la mujer llamó a su marido que se encontraba fuera de casa para alertarlo y ahí lograron llamar a la policía. Tras varios minutos de resistencia por parte de los vecinos, los efectivos policiales arribaron al barrio y detuvieron a los sujetos que habían querido concretar la entradera. 

La situación fue dada a conocer por el esposo de la víctima, Luis, en diálogo con La Red Neuquén. Relató que todo ocurrió en dos momentos, ya que minutos antes de que él se retirara del domicilio había escuchado ruidos y, al salir, vio a uno de los atacantes en la vereda con "una actitud sospechosa".

"Yo estaba solo tipo siete y media, mi hijo y mi esposa no estaban. En un momento dado, escucho que alguien se amarra el portón, quiere ingresar, salgo afuera y hay un tipo sentado a dos metros. Le pregunto qué necesitaba, me dice que nada", detalló. Y agregó que al momento de retirarse de la vivienda, cuando su  familia ya había arribado, se aseguró de que cerraran bien el portón. Sin embargo, dos horas después recibió el llamado desesperado. "Lo que sacamos en concreto es que el tipo cuando vio que yo salí, ya sabía que había intentado cerrar el portón y que tenía cierta seguridad, que no era fácil abriéndolo. No sabes cómo lo agarraron a las patadas y cómo destruyeron la chapa", agregó.

Este intento de entradera se sumó a los innumerables hechos de inseguridad que los vecinos del barrio Cumelén han denunciado. Luis señaló que siempre están los comentarios entre vecinos pero, lamentablemente, en esta oportunidad le tocó a su familia. "Mi esposa tiene 52 años, imagina cómo estaba la pobre, haciendo fuerza para que un tipo no ingrese a mi casa, a la casa nuestra. No sabían si andaban con un arma o no. Por suerte, la policía actuó rápido y los atrapó a tres cuadras", expresó.