Zapala
La madre del soldado muerto en Zapala denunció que lo mataron
La mamá asegura que no hay forma de que una persona se haya baleado dos veces en la cabeza. El joven tenía 20 años.Un soldado murió baleado en el momento que hacía guardia en el regimiento militar de Zapala, al inicio de este mes de junio. Su madre y toda la familia no aceptan la versión oficial, mientras tanto la Justicia investiga el caso.
Pablo Córdoba, un soldado de 20 años de edad, falleció el jueves 1 de junio en el hospital de Zapala. Su mamá, Natalia Uribe, indicó que en el informe médico que vio pudo identificar dos balazos en la cabeza de su hijo.
La mujer señaló que esa situación no se puede dar en una situación de suicidio. “Hay que investigar si lo mataron de adentro o de afuera del regimiento de Zapala”, afirmó en declaraciones a Canal 7.
Uribe dijo estar sorprendida por el comportamiento “pasivo” de los jefes de su hijo frente a la investigación y les reclamó: "Si no tiene nada que ocultar, que se ponga a la par nuestra a pedir que se investigue el hecho".
La madre del soldado aseguró que uno de los proyectiles "entró desde abajo de la pera en dirección ascendente, con salida por el sector opuesto de la cabeza y el otro en la sien”.
“A 25 días de la muerte, todavía no están los resultados de la autopsia”, criticó Uribe. Según las primeras informaciones del hecho, se reportó que Córdoba llegó vivo al hospital.
"Si nosotros estamos pensando que esto se lo hicieron a mi hijo, tenemos que pensar que todos los chicos están en peligro en el Ejército”, señaló la madre de Córdoba y concluyó: "No vemos a las autoridades del Ejército moverse de la manera que se tendrían que mover, tendrían que estar desesperados por saber quién le hizo esto a mi hijo".
El caso Carrasco
Omar Carrasco, oriundo de Cutral Co, hizo el servicio militar obligatorio en Zapala en el año 1994. Sus padres lo fueron a visitar al grupo de Artillería 161, pero no lo encontraron e hicieron la denuncia por desaparición. El 6 de abril, el cuerpo del joven de 19 años apareció a 700 metros del edificio del cuartel con el torso desnudo, un pantalón que le quedaba grande y con su ojo izquierdo destrozado.
El caso tomó trascendencia nacional durante el gobierno del expresidente Carlos Menem y puso fin al servicio militar obligatorio en Argentina. Los soldados Víctor Salazar y Cristian Suárez y el subteniente Ignacio Canevaro fueron condenados por el caso y quedaron en libertad años después tras cumplir parte de su condena.