IGLESIA Y ESTADO, NEGOCIOS ASOCIADOS

Gloria Argentina, santa y mártir

Éramos pocos... y parió nuestra virgen. Así nos imponen las manos en los bolsillos.
domingo, 8 de diciembre de 2024 · 05:07

Cepillarle los dientes a un león, boxear con Mike Tyson, desactivar explosivos… De vez en cuando la vida nos presenta desafíos. A mí me toca asesorar a nuestra Gloria, cuidarle las espaldas, últimamente blanco de rastreras puñaladas. Como esto del evento de sanación. ¿Saben por qué tuvimos que pagar más de 32 palitos para que venga una sanadora de Rosario? Porque acá está todo podrido, por eso. Como Juan El Bautista, que grito a los cuatro vientos estas verdades, he hecho del periodismo un apostolado. Es tanta la podredumbre en nuestra provincia que Gloria Argentina Ruiz no tuvo más remedio que buscar sanación allende nuestras fronteras. Usted me dirá que Rosario no es el mejor ejemplo de ciudad sana, tal vez, pero es sabido que dios escribe derecho con líneas torcidas.

Además, la fiesta de fe que nuestra protectora nos regaló no fue idea suya: la iglesia católica de Neuquén, vía su obispo, ese santo varón que es Fernando Martín Croxatto, bendijo de arriba abajo la iniciativa. Así es cómo en agosto llegó a nuestros pagos la sanadora rosarina Leda Bergonzi. Ojo, Leda, no lerda, que es bastante rápida la manosanta. Onda milagro exprés y esas cosas. Por eso, si alguien se opone a este tipo de piadosas iniciativas o intenta siquiera ponerlas en duda, sepa que se está metiendo con lo más sagrado que puede tener hoy un individuo: la guita. Ya lo dijo nuestro señor: Al César lo que es del César. Y a Gloria, la gloria. Porque los 32 palitos que invirtió, nótese bien, "invirtió", la legislatura para organizar la festichola mística en el Rucha Che, sin duda retornarán multiplicados.

Gloria Argentina, toda blanca, como su alma.
Fuente: (Albalatex).

¿Cuándo? ¿Cómo? Los caminos del altísimo son insondables. En una de esas, los milagrosos denarios aparecen en la cuenta de algún Ruiz. ¿Y qué? Será la voluntad divina, mal pensado. Sea como sea, ante la andanada de versiones y jugarretas legales, quienes conocemos el accionar de nuestra Gloria confiamos en que quedará libre de toda sospecha. Pero con que simplemente quede libre nos conformamos: no deja de ser negocio. Mientras tanto, cabe recordar que las turbias maniobras que pretenden mancillar el buen nombre y honor de nuestra vicegobernadora no son sino un ataque por elevación a la madre Iglesia, institución tan cara (en todo sentido) para la argentinidad. Quienes no estén de acuerdo en destinar dineros públicos en beneficio de una milagrera católica, seguro que han de ser infames ateos o adoradores del dios equivocado, por no hablar de los salvajes animistas mapuches.  

Defender a Gloria Argentina Ruiz, entonces, es defender la fe, la patria y la civilización. En cuanto a la susodicha sanadora Bergonzi (nada que ver con vergüenza), su ritual de imposición de manos la ha llevado a surcar el país por los cuatro wines, meta shows salvíficos. Todo un honor entonces que, dentro de su apretada agenda, se haya hecho un rato pa' bendecirnos. Si anda como loca la pobre, no para un momento. Cómo será que ni tiempo le queda para llevar registro de las donaciones que recibe. Puede que sea un poco desprolija en eso, pero todo suma con tal de llevar esperanza a los afligidos... Si bien es cierto que el exproductor de sus presentaciones la denunció por estafa y que la diócesis de Rosario no avala su ministerio sanador, Neuquén siempre ha sido tierra de oportunidades. Creer o reventar.

Final para Roberto Calvi, el banquero de Dios.
Fuente: (BBC).

La velada de sanación y liberación amenizada por Leda Bergonzi el 24 de agosto en el Ruca Che implicó un gasto total de $32.215.238. Está de más aclarar que estos dinerillos salieron de su bolsillo, sagaz lector, lúcida lectora. Pero si le entran ganas de revolearle un crucifijo en el marote a la buena de Leda, dese un chapuzón en agua bendita helada y serénese. La rosarina milagrosa no se llevó ni un cobre de estas tierras. Cero pesos, gratarola, free. Aseguran que de toda la tarasca que se garpó, alrededor de 10 palitos, fueron para el Obispado de Neuquén (Croxatto&Co.); otros 12 palitos sirvieron pa' garantizar el show (luces, sonido, vallas, equipamiento, etcétera); 4 millones y monedas pa’ los pasajes de la Bergonzi y su séquito; y el puchito restante fue pa' darle algo de morfar a las personas que participaron del dispositivo de emergencia apostado en el Ruca Che. “Ella viajó a participar de la jornada. No recibió nada a cambio”, asegura Fernando Burlando, argentino de bien y abogado de la carismática rosarina.

No es un detalle menor si Bergonzi cobró algo o no, aunque sean chirolas. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8, versículo 9 y sucesivos, se narra la historia del Mago Simón, un chantapufi buscavidas que, maravillado por los milagros que operaba la imposición de manos de Pedro y Juan, no tuvo mejor idea que ofrecerles unos buenos mangos a cambio de que le pasen “la receta” de aquel truco. Pedro lo sacó carpiendo y desde entonces la Iglesia condena la simonía, es decir, la pretensión del Mago Simón de transar bienes espirituales a cambio de dinero. Sabido es que, dos por tres, la misma Iglesia queda enchastrada por escándalos económicos (Banco Ambrosiano, Opus Dei y la propia administración del Vaticano). Sin embargo, en este caso, estando de por medio el señor obispo Croxatto y la señora vicegobernadora Ruiz, no podemos creer que Iglesia y Estado se hayan puesto de acuerdo para perpetrar una simonía, por no decir un chanchullo. ¿O sí? En fin, menos averigua dios y perdona. 

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