Cansados de promesas, vecinos de Cuyín Manzano construirán por su cuenta una pasarela

Vecinos de Cuyín Manzano, en el sudoeste de la provincia de Neuquén, se cansaron de esperar por las promesas incumplidas desde hace años y decidieron poner manos a la obra y construir, por su cuenta, la pasarela sobre el río del mismo nombre. Laura Cornelio, una de las residentes del lugar, afirmó que la principal preocupación es el peligro que deben afrontar adultos y niños cuando tienen que cruzar por diferentes razones.

Para lograr el objetivo, lanzaron una campaña a través de la red social de Facebook, con la que intentan conseguir donaciones de los materiales necesarios y según afirmó la mujer, ya consiguieron el cable para la pasarela, “que fue donado desde Bariloche” y ahora van por el cemento y la cal para la base, “porque tiene que ser bien resistente”, y además requieren madera “para hacer el pisito”, explicó.

La vecina reveló que la cuenta de Facebook “Puente Cuyín Manzano” es el medio, por el cual se pueden realizar donaciones para la obra. “La verdad, nos cansamos de esperar”, dijo y denunció que los funcionarios, “se tiran la pelota unos a otros” y no dan una respuesta seria, “solamente promesas que no se cumplen”, añadió. Hace 30 años, una crecida del río, arrastró el puente de madera y, desde entonces, los vecinos del lugar sufren por la ausencia de una pasarela “que les permita cruzar el cauce sin riesgos”, rememoró Cornelio.

Para graficar la situación, la mujer recordó que cuando el río viene con mucha agua, “es peligroso porque suele arrastrar piedras, ramas y el agua corre con mucha fuerza” y contó que el año pasado, tres chiquitos tuvieron un accidente mientras cruzaban el río a caballo y al caer al agua helada y ser arrastrados varios metros por la corriente, “perdieron sus celulares, computadoras y útiles escolares”.

Los pobladores de Cuyín Manzano, no pueden evitar cruzar el río para llegar a Villa Traful, a realizar trámites, compras, asistir al médico o, en el caso de los niños y adolescentes, a la escuela primaria 11 y el CPEM 91. Los chicos salen de sus casas cerca de las 9 de la mañana para concurrir a las escuelas y regresan a eso de las 20 y “en época de invierno ya está oscuro, por eso es tan importante poder construir ese puente”, relató la vecina.