Fue condenado a 20 años por un crimen macabro, y sumará otra por homicidio en un choque

Un hombre que tiene como antecedente haber purgado una condena a 20 años de prisión por un asesinato cinematográfico, aceptó su responsabilidad en un homicidio en un siniestro vial y fue declarado culpable. En septiembre de 2021, realizó una maniobra imprudente con el auto que manejaba y en el choque murió Rosario del Carmen Olivares, quien lo acompañaba. Sucedió en la denominada Bajada de Maida. 

La asistente de la fiscalía, Carolina Gutiérrez, y el defensor del acusado, Jorge Nelson Jorajuría, llegaron a un acuerdo que fue homologado por el juez de Garantías Cristian Piana por el que el imputado admitió su culpa por el delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo a motor.

El hecho ocurrió el 19 de septiembre de 2021, aproximadamente a la una menos cuarto de la madrugada. Jorajuría conducía un VW Gol Power color gris por la Bajada de Maida de la ciudad de Neuquén, en sentido Norte-Sur. Iba acompañado por Olivares.

Aseguró la fiscalía que condujo “de manera imprudente, a una velocidad no inferior a los 80,91 kilómetros por hora, por un sector urbano, en horario nocturno, con visibilidad nula debido a la ausencia de iluminación artificial, lo que no le permitió mantener el control y dominio de la unidad bajo su mando, como tampoco tomó los recaudos necesarios para la conducción prudente y segura, según la Ley de Tránsito”.

Al arribar a una curva, abandonó la calzada hacia la banquina y luego reingresó “de forma descontrolada, atravesándola en su totalidad, recorriendo un total de 16 metros, para continuar su desplazamiento por la banquina”. Luego, chocó el lado lateral del rodado contra el extremo de un guardarraíl, lo que provocó su posterior vuelco. A raíz de los golpes, Olivares fue trasladada al Hospital Castro Rendón, y horas más tarde falleció.

En una próxima audiencia se va a determinar la pena que le corresponde cumplir al condenado.

Un antecedente macabro

Jorge Nelson Jorajuría vivía en Bariloche allá por el 2006. En octubre de ese año, viajó a Neuquén por una cuestión de negocios con otro hombre. Vino a encontrarse con el comerciante Julio Venegas, quien tenía un local comercial y de reparación de electrodomésticos en calle Bouquet Roldán.

El 6 de octubre fue la última vez que se supo de Venegas. Su cadáver fue encontrado casi un mes más tarde en el Cañadón de la Mosca, unos kilómetros antes de Bariloche.

Durante el juicio, que culminó en diciembre de 2007 con una condena a 20 años de prisión por el homicidio, se conocieron detalles macabros.

Se supo que después de haberlo ejecutado de cuatro balazos, Jorajuría emprendió el regreso a Bariloche en la camioneta Cady de Venegas, con su cadáver sentado en el asiento del acompañante. Esa situación, curiosamente, pasó inadvertida en los controles policiales ubicados en la ruta.

Por haber tenido un comportamiento ejemplar –incluso estudió derecho en la Unidad 11-, Jorajuría logró las salidas transitorias en diciembre de 2016.