JOVEN DESAPARECIDA
Otra jornada de búsqueda, pero no aparecen rastros de Luciana
La Policía continua con los rastrillajes en la Meseta, hasta ahora, sin resultados alentadores. La joven lleva 25 días desaparecida.
Los resultados de la búsqueda de Luciana Antonella Muñoz Aguerre se traducen solo en estadísticas. Hace 25 días que su familia, amigos y compañeros de estudio no saben nada de ella y las pistas que devinieron en rastrillajes no aportaron información alentadora a los investigadores.
En los 22 días que se cumplieron de búsqueda, hubo rastrillajes en una superficie que supera las 1200 hectáreas en la Meseta. Policías caminando, en moto o a caballo peinaron toda esa área y se centraron en una en especial, denominada Choconcito, que tiene una topografía escarpada y de difícil acceso.
El helicóptero de la Policía también fue puesto a disposición. Con él se sobrevoló la Meseta y también se recorrió la costa del río Limay.
Los equipos especiales del Centro de Monitoreo analizaron las imágenes registradas en 8 domos y en 24 cámaras particulares.
La fiscalía de Graves Atentados contra las Personas autorizó la ejecución de cinco allanamientos en domicilios cercanos a la casa de Luciana y otros en la Meseta. En ninguno pudieron obtener información relevante.
Se les tomó declaración a unas 300 personas y pocos testimonios quedaron asentados en el expediente fiscal. Otros fueron de manera informal.
Buzos de Bomberos navegaron la costa del Limay entre China Muerta y la Confluencia.
Desde la Policía se informó que están abocados a los rastrillajes 80 aspirantes al servicio penitenciario, 170 cadetes, 160 uniformados del Departamento Móvil de Seguridad, 61 efectivos en moto, 16 a caballo, 18 perros con sus guías, 2 buzos, 30 efectivos en embarcaciones, 105 agentes de brigadas de investigaciones y 132 vehículos.
El Gobierno de la provincia ofreció una recompensa de hasta 10.000.000 de pesos para quienes aporten información comprobable sobre el paradero de Luciana o de los pormenores del momento de su desaparición. Hasta el momento, no hubo llamados que cumplieran con ese requisito.
La joven de 20 años fue vista por última vez el 13 de julio en el barrio Gran Neuquén. Ese día salió de su casa a encontrarse con un amigo y nunca más se supo de ella. No llevaba teléfono celular porque lo tenía roto hacía dos semanas. Su madre, Lila Aguerre, radicó la denuncia el 16 de julio.
