BARRIO INTERCULTURAL

Se concreta una esperada senda peatonal en San Martín de los Andes

La obra, de unos 500 metros, conectará la EPET 21 con la rotonda de la calle Perito Moreno y la Ruta Provincial N°48.
miércoles, 15 de enero de 2025 · 14:51

En 2020 se inauguró la EPET 21, la primera escuela de educación técnica de nuestro país especializada en energías renovables. La obra, como todo lo vinculado con el Barrio Intercultural, fue el resultado del trabajo coordinado, imaginativo e incansable de la Agrupación de Vecinos Sin Techo, la comunidad mapuche Curruhuinca, la municipalidad de San Martín de los Andes y la Administración de Parques Nacionales. Cinco años después de aquella inauguración, una muy esperada senda peatonal garantizará que los y las estudiantes puedan llegar con mayor seguridad al establecimiento.

El intendente sanmartinense, Carlos Saloniti, lo explica así: “Esta senda peatonal nos gratifica especialmente porque se trata de una obra que beneficiará a los adolescentes de nuestra ciudad. A partir del próximo ciclo lectivo, los chicos van a tener un cambio notable porque hasta ahora tenían que ir a la escuela por el costado de la ruta, con todo el riesgo que eso significa”. La senda peatonal bordeará la Ruta Provincial 48 por su margen Norte, hasta llegar al acceso de la EPET 21. El trayecto tiene una longitud de alrededor de 500 metros, un desnivel de 37 metros y una pendiente media a lo largo de la traza, de 7,4%. La obra contempla, también, un mejoramiento en la iluminación a lo largo del recorrido.

Festejos en el Barrio Intercultural.

La historia del Barrio Intercultural Lote 27 de San Martín de los Andes, ubicado dentro del Parque Nacional Lanín, merece ser contada, una y mil veces. En plena temporada de invierno de 2004, un grupo de 200 familias en situación de emergencia habitacional organizó una “marcha de los despertadores” a fin de que el poder político “despertara” de una vez frente a la urgente crisis habitacional de la ciudad. Con tanda imaginación como audacia, cientos de personas caminaron por las calles del centro haciendo sonar todo tipo de despertadores y alarmas: la táctica dio resultado. Las autoridades (y la comunidad en general) comprendieron que el planteo era más que válido  y decidieron involucrarse en las soluciones.

Con una determinación a toda prueba y luego de infinidad de gestiones, el 30 de noviembre de 2011 el Congreso de la Nación, mediante la Ley 26.725, autorizó la restitución de 400 hectáreas del Parque Nacional Lanín a la comunidad mapuche Curruhuinca. De ese total, el lof (comunidad) Curruhuinca cedió 30 hectáreas al municipio, a fin de ser destinadas a salud, educación, deportes y recreación; y otras 70 hectáreas fueron entregadas a la Asociación de Vecinos Sin techo para levantar allí un Barrio Intercultural para la construcción de viviendas y edificios de carácter comunitario.

Integrantes del Lof Curruhuinca. Fuente: Indymedia. 

Los propios Vecinos Sin Techo definían así al Barrio Intercultural: “una propuesta de convivencia digna y pacífica que nos desafía amorosamente a cultivarnos en valores que nos lleven al Buen Vivir. Esta experiencia se desarrolla en un terreno de 77 hectáreas, ubicado a tres kilómetros del centro de la ciudad. Desde 2014 se han construido 56 viviendas y otras 100 están en construcción”. En 2016, la Building and Social Housing Foundation (BSHF),  una organización de investigación independiente que promueve el desarrollo sostenible y la innovación en la vivienda, reconoció al Barrio Intercultural entre los 12 finalistas al Premio Mundial del Hábitat.

Entre los muchos sueños que entrevieron sus fundadores estaba hacer del barrio un espacio ambientalmente sustentable. Allí aparece la propuesta de la EPET 21, una escuela de educación técnica orientada a las energías renovables. Hasta hoy, los vecinos del Barrio Intercultural, así como los estudiantes y docentes que llegaban a pie hasta el lugar, debían hacerlo por la banquina de la Ruta 48. Desde el inicio del corriente ciclo lectivo, la senda peatonal brindará condiciones de seguridad y transitabilidad para cientos de sanmartinenses. La senda peatonal, financiada por el Estado provincial, es realizada con mano de obra local mediante la cooperativa de trabajo Unión de los Andes, la cual destina 15 operarios a tal fin.

EPET 21, San Martín de los Andes.

Al visitar la obra en ejecución, el intendente Carlos Saloniti consideró que su concreción es el resultado del trabajo conjunto. En ese sentido agradeció al gobernador, Rolando Figueroa, así como a funcionarios y referentes de la oposición y al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) al destacar que “los logros siempre son colectivos. Estamos todos laburando juntos, con el único fin de lograr las obras que necesita la ciudad, con el gobierno de la Provincia, que nos está acompañando”. El  jefe comunal adelantó, además, que para este año está presupuestada la ampliación de la EPET 21, con dos aulas nuevas, baños y el mejoramiento del techo en el área de ingreso.

“Pasamos el 2024 que fue muy complejo y este 2025 va a ser un año de muchas obras para la ciudad. En diciembre pasado inauguramos las 38 viviendas, vamos a trabajar en otras 38 viviendas, y tenemos escuelas por inaugurar a comienzos de febrero”, aseguró Saloniti. Por su parte, Juan Farías, integrante del MTE, destacó el trabajo de su organización: “Construimos viviendas, hacemos accesos, redes de agua, urbanizamos los barrios y garantizamos que el proceso laboral se dé, con mano de obra local y compra de materiales locales, tratando de fomentar la economía regional y el cooperativismo asociativo”. El área de prensa del municipio sanmartinense recuerda a la población que los trabajos en la senda peatonal están en plena ejecución, que la obra no está habilitada a la circulación y que las tareas pendientes serán debidamente cumplimentadas de la inauguración.