VIOLENCIA SEXUAL

Croxatto da marcha atrás y hace público el protocolo frente a denuncias de abuso eclesiástico

Deja en evidencia el accionar del obispo de Neuquén.
viernes, 24 de enero de 2025 · 00:17

El martes 14 de enero, a las 08:02 de la mañana, mediante el empleo del programa GlotPress\/4.0.1, la diócesis de Neuquén modificó la página web del obispado a fin de incluir su “Protocolo para la protección de la niñez, adolescencia y adulto vulnerable”. Su notoria ausencia había sido denunciada por este medio el pasado 6 de enero. De acuerdo con fuentes del clero neuquino, al día siguiente, el obispo Fernando Croxatto envió un audio al grupo de WhatsApp Clero Nqn en el que, lejos de brindar alguna explicación, se victimizaba afirmando que se trataba de un montón de mentiras, no se dicen todas las verdades, aunque hay cosas que va nombrando que son reales.

Sin embargo, el ocultamiento del mencionado protocolo resultaba un hecho incontrastable para quien indagara en el sitio de la diócesis. Más aún, la secretaría del obispado se negaba (y se niega) a responder por tal asunto. El correo oficial que presenta la página de la diócesis es secretaria@diocesisneuquen.org.ar. Mediante ese canal se le formularon al obispado las siguientes preguntas: ¿Qué se hace y cómo frente a una denuncia de abuso sexual eclesiástico en la diócesis? ¿Existe algún protocolo? ¿Cuál es? ¿Dónde se puede consultar? El mensaje no obtuvo ninguna respuesta, a pesar de que el acceso a esta información no es un favor sino una obligación establecida por la propia Conferencia Episcopal Argentina (CEA).

Página web del obispado antes del 14 de enero de 2025.

El pasado lunes 13 de enero se reiteró el pedido de información, con el mismo resultado: nada. Se trata de una negligencia grave, rayana a la complicidad, toda vez que un sacerdote neuquino está siendo investigado, precisamente, por el delito de abuso sexual contra un niño con discapacidad de nuestra comunidad. Acorralado por la escandalosa invisibilidad del mencionado protocolo, sin mediar disculpas ni aclaración alguna, el obispo Croxatto dio la orden de publicarlo. Pero, fiel a la premisa “no aclare que oscurece”, la divulgación de la “Guía para la protección de la niñez, la adolescencia y adulto vulnerable” deja expuesto, una vez más, el abismo entre los enunciados y los hechos de Monseñor Croxatto.

Así, mientras la norma establece que “ante una situación de sospecha de abuso o violencia” debe asegurarse de que el niño, niña o adolescente, o adulto vulnerable “reciba urgentemente todas las atenciones necesarias”, en la práctica nada de eso ha sucedido luego de que la madre de un niño con discapacidad e insulinodependiente denunciara que el mismo había sido abusado en un baño por un sacerdote de la diócesis. El Presbítero Diego Canale, mano derecha del obispo Croxatto, firmó el acta con la denuncia de la madre el jueves 2 de mayo de 2024. Doscientos sesenta y seis días después, el niño no ha recibido absolutamente ninguna atención por parte de la diócesis de Neuquén. Por el contrario, el sacerdote investigado ha celebrado misa en la misma parroquia donde se labró el acta de denuncia eclesial. ¿El protocolo? Bien, gracias.

Página del obispado con el añadido realizado del 14 de enero de 2025.

En el apartado que refiere a la “responsabilidad de las autoridades eclesiásticas“, la guía de acción establece la  obligación de “mantener informados a los padres o representantes del menor”. Según la misma letra muerta que enarbola el obispado neuquino “quien denuncia tiene derecho a que se lo mantenga informado de los pasos que se van dando”. Doscientos sesenta y seis días después de la denuncia, Croxatto&Co no han dado ningún paso en la investigación o si lo dieron no se lo han informado a  una mamá que trabaja limpiando casas y que de esperar ya desespera. Más todavía, el sacrosanto protocolo establece  que  “dentro de los 5 días hábiles” las autoridades eclesiales deben “realizar la denuncia ante Defensoría si no fue hecha por los padres”. ¿Usted la hizo? Los muchachos de Croxatto tampoco. O la han hecho y no se lo han informado a quienes deben hacerlo. Eso sí, para hostigar y amedrentar a las personas allegadas a la denunciante, y a la propia familia, para eso sí han tenido tiempo y voluntad de sobra.

El fingido protocolo expone las normas que, para variar, Monseñor Croxatto anuncia e incumple. Así, en la sección “Responsabilidades del Obispo”,  entre otras obligaciones indelegables, se establece que el mismo (o sea, Croxatto) “debe velar por la asistencia que las personas afectadas requieran”, “debe cuidar a las comunidades afectadas”, y “debe procurar que se respete el derecho a la intimidad”.  Al decir de la denunciante: “Lamentablemente nada de lo que dice acá hicieron con nosotros”. El obispo de los neuquinos no ha asistido en absolutamente nada a la familia que denunció el abuso sexual. Tampoco ha cuidado a las comunidades afectadas: el sacerdote investigado no fue separado preventivamente hasta tanto se determine su inocencia o culpabilidad. Muy por el contrario, ha concelebrado misa, precisamente junto a Croxatto, ante una multitud en el estadio Ruca Che. En cuanto al respeto por la intimidad, la responsable de prensa del obispado, ante la consulta de un periodista, ha revelado la identidad de un sobreviviente de abuso sexual eclesiástico que acusa al propio Croxatto por inacción.

Instrucción en la línea 656 de la página en Internet del obispado: el protocolo sobre abuso fue añadido a las  08:02 del 14 de enero de 2025.

Dentro de Neuquén, Fernando Martín Croxatto es el garante último de las normas de acción frente a abusos eclesiásticos.  Tanto es así, que el apartado dedicado a las obligaciones del obispo concluye con que “debe vigilar que se cumpla este Protocolo”. Quizás por esto, por no estar cumpliéndolo, es que lo tuvo escondido tanto tiempo. Por este y por otros “silencios”, el cura párroco de Las Coloradas, Martín Göttle, le ha pedido abiertamente explicaciones al “padre obispo”. Si no se sabe cómo y dónde denunciar, si no se comunican los plazos y modos de acción, si no se conoce cuáles son las responsabilidades que tiene y garantías que brinda la Iglesia neuquina: ¿Cómo podrían acaso denunciarse nuevos casos, o nuevas denuncias sobre el mismo caso? Una vez más, pasaron 266 días desde que la diócesis de Neuquén se notificó formalmente de una acusación por abuso contra uno de sus sacerdotes. Y solamente después que se revelara la existencia de esa denuncia, hemos podido conocer qué es lo que se le puede exigir a Croxatto. Hasta el momento, no resiste ni el menor análisis.