POLÍTICA
Desde Neuquén, un militante del PJ denuncia la interna peronista: "Es momento de poner fin a las luchas internas y pensar en el pueblo".
Mario Bustos, integrante del Consejo local del justicialismo, criticó la profunda división a nivel nacional. Aseguró que mientras el país atraviesa una grave crisis, los dirigentes se centran en luchas internas y ponen en peligro la posibilidad de ofrecer una respuesta efectiva al pueblo.Mario Bustos, militante peronista e integrante del Consejo Local del PJ de Neuquén, expresó su preocupación por la interna peronista a nivel nacional. Según Bustos, la disputa entre La Cámpora y el gobernador Axel Kicillof afecta la capacidad del partido para enfrentar la crisis que atraviesa el país. "Mientras tanto, los dirigentes se concentran en luchas internas que solo debilitan al movimiento", expresó.
Bustos señaló que figuras clave como Cristina Fernández de Kirchner no están interviniendo para calmar la división, lo que genera incertidumbre dentro del partido. La falta de un liderazgo claro ha permitido que las disputas intestinas se intensifiquen, lo que afecta la unidad necesaria para hacer frente al gobierno de Javier Milei y sus políticas de ajuste.

En este contexto, Bustos criticó las tensiones entre Mayra Mendoza, Wado de Pedro y Kicillof. “Mientras se pelean entre ellos, el pueblo sigue sufriendo las consecuencias de un ajuste que afecta a los más vulnerables. Estas disputas internas solo benefician al gobierno de Milei, que avanza sin oposición organizada”, afirmó el militante neuquino.
En otro párrafo, el comunicado fustigó la interna peronista, ya que están desconectando al peronismo de las bases populares. "Los dirigentes están más enfocados en sus intereses personales que en los problemas del pueblo. El peronismo necesita unidad, pero mientras sigan con estas peleas internas, no podremos representar al pueblo como se debe", sostuvo en su mensaje.
Al referirse a la necesidad de una renovación, Bustos exigió el fin "de los mismos apellidos de hace 20 años", en referencia a la influencia de los Kirchner en el ámbito nacional como a los Parrilli en Neuquén. Consideró que la renovación debe ser real, con nuevos militantes que no estén atados a viejos nombres ni a las luchas familiares por el poder.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad dentro del peronismo. “Es hora de que el peronismo deje de lado las ambiciones personales y se enfoque en la gente. Si no cambiamos, corremos el riesgo de perder el apoyo popular. El pueblo necesita un peronismo unido y comprometido con la justicia social", manifestó.