RÍO COLORADO

Coronavirus e intolerancia: una familia de Río Colorado relató su dramática historia

Sufrieron escraches, insultos y la comunidad los acusó de “traer el virus” a la ciudad.
miércoles, 14 de julio de 2021 · 12:29

En tiempos donde reina la incertidumbre y el temor, también se potenció la intolerancia y la falta de respeto. Este miércoles, se conoció el relato de una familia de Río Colorado que fue víctima de múltiples agravios durante la coyuntura actual y la vigente emergencia sanitaria.

En diálogo con Diario Río Negro, la familia de Roberto Caravajal, un chofer de ambulancia que falleció por coronavirus el pasado 10 de septiembre del 2020 en la localidad rionegrina, contó su historia y dio detalles de los dramáticos momentos que sufrieron al dar positivo del virus.

De acuerdo a sus palabras, inmediatamente después de contraer la enfermedad viral de origen chino sufrieron escraches, insultos y la comunidad, lisa y llanamente, los acusó de “traer el virus” a Río Colorado. Pese a que Roberto Caravajal dejó su vida por estar al frente de la batalla contra el coronavirus, su familia recibió los embates y el desagradecimiento de toda la comunidad que no dudó en agredirlos y excluirlos.

Roberto, Alejandra y los tres hijos del matrimonio fueron blanco de amenazas e insultos. Fuente: (Diario Río Negro).

Al respecto, Alejandra, la mujer de Roberto, sentenció con énfasis: "Lo que vivimos no se lo deseo a nadie". Luego, contó que su familia fue una de las primeras de Río Colorado que, a mediados del 2020, registró casos positivos de la enfermedad viral. Así, mientras transitaban uno de los momentos más confusos y difíciles de sus vidas recibieron amenazas y denuncias en redes sociales.

También relató que Roberto Caravajal, de 47 años, fue diagnosticado con el virus el 18 de agosto del año pasado. Una vez que supo que era positivo se aisló como se lo indicaron. Lo mismo hizo Alejandra y la hija de ambos de 9 años. Sin embargo, días más tarde, con un cuadro clínico previo de sobrepeso y asma, el hombre falleció y Alejandra y su niña no imaginaban todo lo que aún tenían que vivir.

En este momento, comenzó la agresión. Por las redes sociales circulaba todo tipo de versiones sobre dónde habrían estado, con qué personas se habían reunido, las supuestas fiestas o reuniones sociales de las que habían participado, entre otras tantas disfamaciones en su contra.

Roberto Carlos Caravajal tenía 47 años y trabajaba como chofer de ambulancia en una empresa de servicio privado de Río Colorado. Fuente: (Diario Río Negro). 

Así, mientras Alejandra y su hija luchaban por su vida y por recuperar su salud, también enfrentaron la angustia del desprecio y el maltrato de toda la comunidad de Río Colorado. Ante esto, relató: “Fueron semanas horribles para toda la familia, momentos muy duros, estar recibiendo audios o mensajes agresivos o cosas que eran mentiras, pero la gente hablaba o escribía sin saber”. Incluso, describió que, a ella y a su familia, pese a cumplir a rajatabla el aislamiento domiciliario, los denunciaban a la policía y hasta llegaron a juntar firmas para echarlos de la ciudad.

Hoy, a casi un año del fallecimiento de Roberto, Alejandra se reinventó para poder sobrevivir económicamente y olvidar estos dramáticos sucesos. Desde hace algunos meses atrás, la mujer se convirtió en taxista e integra un pequeño grupo que brindan servicios de traslados a personas con síntomas o contagiadas de coronavirus.

 

Otra historia de superación y éxito 

Mabel Kroneberger, una vecina de Río Colorado, contrajo coronavirus y su estado de salud se agravó rápidamente. Inmediatamente fue derivada al hospital Artémides Zatti de Viedma. Allí pasó 12 días internada y lejos de su familia.

Luego, ingresó a una sala común y, finalmente, regresó a Río Colorado. Sin embargo, asegura que recuerda muy poco lo que vivió porque la mayor parte del tiempo estuvo entubada y dormida. También permaneció varios días en coma farmacológico.

Al respecto, dijo a la prensa local: “Cuando yo creí que recién había llegado a terapia me desperté de una semana de estar ahí. Ya me habían dado vuelta y yo ni me enteré”. En ese momento de incertidumbre, Mabel encontró la energía para seguir en una madre y una niña que también permanecían en el hospital. Gracias a esa compañía y apoyo, la vecina de Río Colorado superó la enfermedad y logró regresa a su hogar con sus hijos.