La postergación del censo nacional inquieta a los municipios de Río Negro

El año pasado, la Argentina debía censar a su población, pero la pandemia de coronavirus cambió los planes y obligó a reprogramar el cronograma. Ya que, un relevamiento de tales magnitudes implica un gran despliegue de personal a lo largo y ancho del país. Actualmente, la situación no cambió mucho y aún continúa sin fecha. A causa de esto, los municipios de Río Negro ya evidenciaron su inquietud y preocupación.

En tanto, el censo nacional no solo permite conocer cuántos habitantes hay, dónde viven y en qué circunstancias, sino que también habilita planificar políticas públicas y determinar la representación de la Cámara de Diputados de la Nación. En función de éstas últimas posibilidades es que los municipios más pequeños de la provincia exigen certidumbres. 

En concreto, en estos momentos, algunas entidades administrativas de Río Negro requieren del relevamiento nacional para poder mejorar sus ingresos a través de la coparticipación, ampliar la planta de empleados, recibir fondos para obras públicas, entre otras razones.  

Pese al reclamo, hoy la situación no mejoró ampliamente. Los casos de coronavirus continúan al alza y la cercanía de las elecciones dificultan aún más la esperanza de que se lleve a cabo el censo nacional. No obstante, el director de Estadísticas y Censos de Río Negro, Luciano Truchi, manifestó a Diario Río Negro que es urgente definir una fecha concreta. Ya que, argumentó que establecer el cuándo “permitirá programar los preparativos, determinar el cuestionario y cumplir con las instancias de capacitación”.

Los municipios rionegrinos con el grito en el cielo

Esta situación la advirtieron, principalmente, las autoridades de Dina Huapi, Maquinchao y Sierra Colorada. Todos municipios pequeños, pero que con el paso del tiempo crecen y se constituyen en grandes localidades a pasos agigantados.  

Al respecto, la intendenta de Dina Huapi, Mónica Balseiro, dijo a Diario Río Negro que en esa localidad había “mucha expectativa” con el censo nacional, porque el último “estuvo mal hecho”. De acuerdo a su relato, el relevamiento arrojó una población muy inferior a la real y eso repercutió en la coparticipación que recibió el Municipio.

Ante esto, advirtió que todo lo vinculado con los ingresos fiscales es un tema “crítico” para Dina Huapi. Sin embargo, Balseiro puntualizó que de este relevamiento también depende la construcción de nuevas escuelas y la planta de trabajadores y trabajadoras que se puede incorporar a la Municipalidad. 

En la misma línea, la intendenta de Maquinchao, Silvina Frías, reconoció que las demoras con la ejecución del censo nacional los “perjudica terriblemente”. Inmediatamente, agregó: “Es un problema grande”. Al igual que Balseiro, Silvina Frías indicó que “en 2010 la toma de datos fue incompleta, a muchos hogares los censistas nunca llegaron”. A causa de esto, hace más de diez años que los municipios chicos de Río Negro aguardan un nuevo relevamiento que les permita ajustar los ingresos fiscales, reparó la intendenta de Maquinchao.

Por su parte, Fabián Pilquinao, intendente de Sierra Colorada, detalló que en la localidad “hay muchas casas nuevas y el crecimiento poblacional es evidente”. A consecuencia de ello, ponen toda la expectativa en el que “el censo se realice cuanto antes, para que se vea reflejado ese aumento y recibir más coparticipación”.