Una historia de película en Allen: compró un colectivo y terminó en la Justicia

Una historia de película ocurrió en la zona rural de Allen. Un hombre compró con esfuerzo un viejo colectivo de dos pisos. Su intención era restaurarlo y transformarlo en una vivienda para ubicarse en la zona de Guerrico. Sin embargo, los planes se truncaron rápidamente y terminó en la Justicia.

Una vez que tuvo el rodado en su poder, el vecino de la localidad rionegrina se puso manos a la obra, pero un hallazgo en el interior del colectivo modificó su rumbo. Mientras desmantelaba la carrocería, encontró ocultos entre los paneles del baño cinco paquetes cerrados con una cinta azul que le llamaron rápidamente la atención. Finalmente, removió el hallazgo y comprobó que tenía en su poder cinco paquetes de papel madera que contenían una sustancia ilegal.

Inmediatamente, el hombre se dirigió a la sede del Juzgado Federal de General Roca y denunció lo sucedido. De este modo, intervino la Justicia y la brigada de Toxicomanía de la Policía de Río Negro secuestró el cargamento. 

Luego, el juez a cargo del caso, Hugo Greca, ordenó que sea la Policía Federal la que comande la investigación. A consecuencia de ello, la División Unidad Operativa Federal de General Roca desplegó un importante operativo y revisó cada hueco de la gigantesca estructura. Pese a este gran despliegue aún se desconoce si encontraron más sustancias o alguna pista del dueño del tesoro ilegal.

Hasta el momento, se conoció que los paquetes que halló el vecino de Allen contenían más de cinco kilos de la sustancia ilegal y ésta estaba en forma de tizas. Aproximadamente, el cargamento en el mercado tiene un valor superior a los 15 millones de pesos.

Hipótesis preliminares: cómo llegó esa mercadería al colectivo

En estos momentos, la investigación está en curso en búsqueda de indicios que echen luz sobre este cargamento ilegal en el viejo colectivo. Más allá de la formalidad, la comunidad de Allen comenzó a especular sobre el origen de la mercadería y la persona responsable. 

Según indicó el portal de noticias Mejor Informado, aparentemente, los paquetes escondidos serían de un traficante de estupefacientes ilegales muy conocido en Allen que tras años de suerte fue detenido. Así, se estima que al ser atrapado no pudo sacar el cargamento ni comercializarlo.

También, el medio advirtió que esta hipótesis ganó fuerza porque fuentes cercanas a la investigación señalaron que por la cantidad de tiempo que el colectivo estuvo abandonado se descarta que la mercadería pertenezca a alguna de las bandas que cayeron recientemente. 

A la vez, fuentes cercanas a la investigación detallaron que se está frente a una maniobra típica en el ámbito. Es decir, explicaron que los grandes distribuidores de estupefacientes suelen esconder sus productos ilegales en distintos lugares como, por ejemplo, descampados o chacras, para evitar que se identifique la procedencia de la mercadería.