GENERAL ROCA
Vecinos de General Roca reclamaron por pérdidas de agua: cuál fue la respuesta de ARSA
Quienes viven en el barrio Los Olmos padecen desde hace más de un mes la rotura de un caño.
La rotura de un caño de agua en la intersección de calles Mendoza y La Plata en General Roca perjudica a decenas de vecinos desde hace más de un mes. La fuga generó un afluente en dirección norte-sur que continúa a lo largo de la calle Rawson, invadida por un charco de considerable dimensión.
Los vecinos de la ciudad del Alto Valle rionegrino amenazaron con iniciar acciones legales contra las autoridades de la empresa Aguas Rionegrinas (ARSA), a la que durante los últimos días acusaron de estar al tanto de la situación y no tomar acciones al respecto.
Qué anunció ARSA
Frente al enojo de los vecinos y su determinación de tomar medidas legales, llegó la respuesta de ARSA. Desde la empresa aseguraron que se comenzó a trabajar en la “planificación de las complejas tareas que requiere la reparación de la pérdida de agua” en el barrio Los Olmos de General Roca.
Según explicó el jefe de servicio, Adolfo Stefanich, el punto de rotura del caño alberga los acueductos que llevan agua a las zonas sur y norte de la ciudad, lo que convierte al lugar en un “punto álgido”.
En el mismo sentido, señaló que “la reparación requiere de una planificación, evaluación, y sobre todo prever todos los imponderables que se puedan llegar a producir, ya que se va a tener que interrumpir el servicio de agua potable”.
El enojo de los vecinos
A medida que transcurre el tiempo, la situación se vuelve más crítica para los vecinos del sector. Hay charcos en todas las esquinas y calles completas a punto de quedar anegadas. Una de las principales preocupaciones de los frentistas remite a posibles daños de infraestructura en sus viviendas, producto de la permanente humedad en veredas, paredes y cimientos.
Los comerciantes de este barrio de Roca también manifestaron su indignación. “Mi local está hecho un asco. No puedo limpiarlo porque a los 5 minutos se me vuelve a llenar de barro”, expuso el dueño de uno de los locales lindantes. “Los clientes de nuestros negocios ya no quieren venir porque se les complica cruzar las calles”, finalizó.
