Sierra Pailemán

La suelta de cóndores más grande de Argentina fue en Río Negro: las imágenes

Sierra Pailemán fue escenario de la liberación de las siete aves en el marco del desafío de conservación “el retorno del Cóndor al Mar”.
lunes, 20 de septiembre de 2021 · 11:35

Las imágenes de la liberación de siete crías de cóndores andinos nacidos en cautiverio conmovió a miles de personas. Las aves fueron soltadas en el marco de la ceremonia número 17 que organizó la Fundación Biandina Argentina y el Programa de Conservación del Cóndor Andino (PCCA) y que este año expuso a Río Negro ante los ojos del mundo.

La suelta de las aves es el fruto de un trabajo en red entre varias instituciones nacionales e internacionales, como el Ecoparque de Buenos Aires, el centro de rescate SOS Acción Salvaje de Mendoza, la Fundación Temaikén de Escobar, Aerolíneas Argentinas, la Fundación Patagonia Natural, entre otros, junto a los Ministerios y las Secretarías de Ambiente de todo el país.

La mayoría de los cóndores son nacidos en cautiverio.

Luego de dos años de organización, la pandemia no permitió que el espectáculo se pueda realizar en la provincia, pero esta vez a puertas cerradas y con unos pocos espectadores en primera fila, se realizó la suelta de los cóndores.

El director del proyecto, Luis Jacome, explicó que “lamentablemente este año no fue abierta al público. Simplemente se reunió la gente que cría los pájaros, que los rescata, que los rehabilita y algunos representantes de los pueblos originarios, para tener las dos alas del cóndor: lo que hace a la ciencia y todo lo que hace a la cosmovisión”.

Desde las fundaciones buscan preservar la especie.

Ciertamente, las puertas del refugio sí fueron abiertas y en la cima de la sierra, pasado el mediodía de este 19 de septiembre, los siete cóndores, consideradas las aves voladoras más grandes del planeta, se asomaron tímidamente para reconocer el camino que los llevaría a planear y les enseñaría a volar

Hasta el momento, ya se liberaron 64 ejemplares en la Costa Atlántica y casi 200 ejemplares en Sudamérica con el único fin de reintroducir la especie a su antigua área de distribución.

 

Los protagonistas

Previo a la liberación y cuando el viento se detuvo, un grupo pequeño de niñas y niños subieron a la cumbre junto a sus guías para realizar la tradicional suelta de plumas, una actividad que invita a transmitir el respeto por la naturaleza a las próximas generaciones. Allí, los siete cóndores dieron sus primeros pasos a la libertad y mostraron su enorme plumaje, entre ellos seis hembras y un macho.

El Gobierno provincial acompañó la iniciativa en la organización del evento, con un fuerte respaldo y compromiso de técnicos y guardafaunas que asistieron permanentemente al proyecto.

Los nombres elegidos para los cóndores son mapuches: “Piuke Wenu” (Gran Corazón), una condorita que estuvo en rehabilitación a causa de la ingesta de balas de plomo en Bariloche; “Tahiel” (Canto Sagrado), nacida de los cóndores de cautiverio de Temaikén, “Mawun” (Lluvia) y “Lihuen” (Luz de Vida), que llegaron desde Olavarría; “Pachamama” (en quechua y aimara, significa Madre Tierra), una condorita que vino desde Francia; “Kume Feleal” (Buen Vivir), quien también nació en Temaikén,  y finalmente “Kurruf” (Viento) el único macho, que fue rehabilitado en Salta.

Tras la liberación, continúa el seguimiento por parte de profesionales y guardafaunas provinciales durante cuatro meses hasta que aprendan a volar y un año para que ya sean libres completamente.

El cóndor es considerado como el ave sagrada, un símbolo para las comunidades originarias, un mensajero espiritual que por su vuelo conecta la tierra con el cielo. A través del programa Cóndor Andina se monitorean los desplazamientos que realizan las aves por roda la región desde las costas de Chubut y Río Negro hasta la cordillera, por medio de chips y transmisores de energía solar.

De esta manera, se puede realizar la observación y registro de toda la zona de los nacimientos, su comportamiento, maduración, armado de parejas y lugares de anidamiento.