Cipolletti

El emotivo recibimiento de los vecinos a un paciente recuperado de coronavirus

El hombre estuvo internado ocho meses en el hospital de Cipolletti a raíz del virus.
miércoles, 26 de enero de 2022 · 14:15

Vecinos de Cipolletti recibieron con mucha alegría a Gabriel Valenzuela, un hombre de 40 años que estuvo internado casi ocho meses en el hospital de la ciudad a causa del coronavirus.

"Fueron 7 meses y 20 días, exactamente", especificó el oriundo de la localidad cipoleña. Valenzuela ingresó al hospital el 1º de junio, un día después de que su padre falleciera a raíz de la enfermedad y de que su madre permaneciera internada un mes, también por el coronavirus.

Luego de arduos meses, en los que su vida pendió de un hilo, Gabriel volvió a su casa casi completamente recuperado del coronavirus. Los vecinos, contentos de que el hombre se salvara, lo esperaron en la puerta de su hogar y le dieron la bienvenida entre abrazos y risas.

 

Aferrado a la vida

Los primeros cinco meses de internación fueron los más difíciles para Gabriel, ya que el coronavirus tomó sus pulmones y afectó a otros órganos, dejándolo sin conciencia, completamente en manos de otras personas.

Gabriel junto a familiares y amigos.

El 27 de octubre fue trasladado a una clínica privada y su salud comenzó a mejorar. "Dejé de usar oxígeno. Pude empezar a hablar y a comer. A los 10 días había dejado de usar pañales y al mes y medio di mis primeros pasos. Gracias a Dios, hoy estoy un 90% recuperado y me puedo desempeñar por mi cuenta", contó.

"Desde que caí internado, tuve la seguridad de que iba a salir, pese a los peores pronósticos que recibía mi familia. Le pedí a Dios que me dé una oportunidad por mis hijos -una adolescente de 15 años y un nene de 12- y mi madre, y lo logré", expresó Gabriel.

Hospital Dr. Pedro Moguillansky Cipolletti.

Así, el pasado viernes pudo recibir el alta de la enfermedad. "Pasamos a comprar carne al Coto porque hacía 8 meses que no comía un asado, y al llegar al barrio me dieron una hermosa bienvenida. Lo que más extrañaba era estar con la familia, con todos los afectos que uno necesita y lo alimentan", expresó Gabriel.

"Dios tiene un propósito con nosotros en la vida. A veces nos hace pasar por ciertas situaciones para darnos cuenta de nuestros errores y de que tenemos que disfrutar de los afectos. Pero si le ponemos ganas y tenemos fe, primero, Dios se encarga después de acomodar todo", concluyó.