Lago Escondido
Para evitar incidentes, manifestantes aceptaron no regresar por el camino de Tacuifí
La decisión se tomó luego de intensas negociaciones, en las que la gobernadora de Río Negro comprometió el aporte de policías y ambulancias para garantizar la seguridad de los manifestantes.
Los activistas que conformaron la columna Juana Azurduy en la séptima Marcha por la Soberanía del Lago Escondido, aceptaron regresar por el acceso principal a la estancia de Joe Lewis, en lugar de hacerlo por el camino de Tacuifí, al ser escoltados por agentes de la policía de Río Negro.
El titular de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), Julio César Urien, afirmó que lograron cumplir el objetivo de “poner de manifiesto que el Lago Escondido es de todos los argentinos”, al finalizar la movilización en la que participaron dirigentes y organizaciones del kirchnerismo y la izquierda.
El dirigente de FIPCA, una de las organizaciones que planificó la protesta en Lago Escondido, confirmó que “todos los participantes de la columna de montaña se encuentran en perfecto estado de salud” y ratificó que los integrantes “que fueron arteramente atacados se encuentran atendidos y fuera de peligro”.
La retirada de los activistas de la columna Juana Azurduy, que lograron llegar el jueves hasta la playa frente a la estancia de Joe Lewis; se produjo luego de extensas negociaciones, en las que la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, garantizó la seguridad de los manifestantes al brindar recursos policiales y ambulancias para escoltar el grupo.
El acceso principal a la estancia, por donde salieron los manifestantes, tiene unos 18 kilómetros de extensión desde el Lago hasta la ruta 40, mientras que el trazado de Tacuifí recorre 23 kilómetros en los que atraviesa dos ríos y once campos privados. Los organizadores de las sucesivas marchas sostienen que este último es la senda que la justicia de Río Negro ordenó habilitar al público.
