RÍO NEGRO
Río Negro: productores aseguran que están yendo a pérdida
Buscan mantener una reunión con autoridades provinciales para obtener soluciones concretas.La situación del sector frutícola en Río Negro vuelve a ser tema de preocupación. Un grupo de productores del Alto Valle, alejado de las entidades tradicionales, se reunió en Cipolletti para analizar medidas ante lo que consideran una crisis sin respuestas por parte del Gobierno provincial. Con una rentabilidad en caída libre, aseguran que producir hoy cuesta más del doble de lo que se cobra, lo que vuelve inviable la continuidad de muchas chacras familiares.
En el encuentro, que se llevó a cabo en el consorcio de riego local, participaron referentes de cámaras de productores de Río Negro, incluidos representantes de Cipolletti, Fernández Oro y de la Asociación de Productores del Alto Valle. Allí coincidieron en solicitar de manera urgente una audiencia con el gobernador, Alberto Weretilneck, para exponer el duro panorama que atraviesa el sector. De no obtener respuesta, no descartan avanzar con protestas y cortes de ruta.

Los productores denuncian un deterioro constante de las condiciones de trabajo. A los bajos precios que reciben por la fruta se suman los altos costos de producción, el mal estado de los canales de riego y la ausencia de políticas activas para sostener la actividad. “Estamos trabajando a pérdida. Cobramos cinco, y producir nos cuesta diez. Así no se puede seguir”, sostuvo el productor Horacio Perdominici.

Durante la reunión también surgieron críticas hacia la Federación, por lo que algunos productores plantearon la necesidad de exigir una asamblea para renovar el diálogo interno. Sin embargo, la urgencia hoy está puesta en lograr una reunión con autoridades provinciales que permita encauzar soluciones concretas. “Muchos querían que la Federación se mueva, pero tampoco hay respuesta”, aseveró Perdominici.

En el documento que presentarán al Gobierno de Río Negro, los chacareros remarcan que la rentabilidad del sector está completamente destruida y que muchos pequeños y medianos productores están al borde del abandono de sus tierras. Aunque no se definió una fecha específica, el malestar va en aumento y el tiempo de espera parece agotarse.